Por: Iván Meneses. Periodista.
El palo de mango que está sembrado en la plaza Alfonso López de Valledupar, Cesar, es un árbol como cualquier otro, pero con la diferencia que este ha sido testigo de innumerables batallas musicales, entre los más destacados exponentes de la música vallenata, que se han realizado desde el primer festival vallenato, hasta el actual en la tarima “Francisco el hombre”, ubicada al frente del majestuoso árbol.
El icono de los valduparenses, también ha sido testigo de encuentros amorosos, tertulias, reuniones políticas y de toda índole, refrescando a las personas que visitan la plaza a degustar de un sabroso cholado y de bebidas bien frías, albergándolos bajo su inmensa sombra, protegiéndolos de las altas temperaturas que oscilan entre 38 a 45 grados centígrados en Valledupar.
Existen dos versiones sobre el origen del árbol o palo de mango, como coloquialmente decimos en la región Caribe. Una de ellas, es que fue sembrado por el ganadero Eloy Quintero, en compañía de unos amigos, quienes sembraron tres árboles y uno de ellos sobrevivió. La otra versión tiene más fuerza, y es que el árbol nació por obra de Dios, quien es el creador de la naturaleza. Esto lo manifestó en una entrevista que le hicimos al señor William Vega, un vallenato que se dedica a la venta de tintos, dulces y minutos a celular, por más de treinta y ocho años en la plaza, debajo del emblemático palo de mango.
Los grandes compositores de nuestra música vallenata, se han inspirado en el legendario palo de mango, componiéndole canciones que hablan sobre él. Dos de ellos son, el juglar Leandro Díaz, quien compuso el éxito debajo del palo de mango que inmortalizó Diomedes Díaz. Otro de ellos es el maestro Rafael Manjarres, quien en una estrofa del también éxito, ausencia sentimental, pero inmortalizado por el también maestro, Silvio Brito menciona en forma de pregunta, que si el mango de la plaza esta igual.
La plaza Alfonso López de la capital del Cesar, fue remodelada el cuatro de Abril del año 2019. La nueva tarima Francisco el hombre, cuenta con un área total de 259, 60 metros cuadrados, con baldosas de mármol pulido, una estructura metálica que se aproxima a 89 toneladas, con seis baños un camerino y hermosas jardineras, para deleite de los propios y visitantes.
Nuestro invitado el palo de mango, resultó enfermo por la remoción y elevación del suelo, para darle paso a la construcción de las mencionadas jardineras, quitándole el oxigeno. En estos momentos se encuentra gozando de buena salud y siendo testigo de los amaneces del valle.