Por: Diego Otero Prada
Bogotá, 1 de enero de 2024
Últimas medidas del gobierno
A finales de 2024 se produjeron dos hechos importantes: el aumento del salario mínimo en 12 por ciento y del precio de la gasolina en 600 pesos el galón.
Voy a analizar estos dos hechos desde un punto de vista de un intelectual independiente que lucha por un mundo post capitalista, lo que me lleva a defender lo aprobado por el gobierno con el salario mínimo y seguir criticando la política de precios de los combustibles.
Aumento razonable del salario mínimo
El incremento de 12 por ciento en el salario mínimo que pasa a partir de enero de 2024 a 1 300 000 pesos más 163 000 pesos del auxilio al transporte, lo que implica un aumento real de casi 2,5 por ciento, me parece razonable. El gobierno no accedió a la petición exagerada de las centrales obreras de 18 por ciento, lo que habría implicado un efecto inflacionario y de aumento en los costos de producción.
En este punto, el gobierno estuvo bien y actuó con buena lógica económica.
Sigue el neoliberalismo en la definición del precio de la gasolina
En el tema del aumento del precio de la gasolina en 600 pesos el galón para llevarlo a 15 160 pesos el galón, siguió una concepción neoliberal y del Fondo Monetario Internacional.
Desde que se adoptó a finales de 1998 por el gobierno de Andrés Pastrana el concepto de cobrar según precios internacionales, he venido criticando esta posición que se siguió en los gobiernos sucesivos de Álvaro Uribe Vélez, Juan Manuel Santos, Iván Duque y ahora del gobierno de Gustavo Petro.
Llevo criticando esta formulación durante los últimos 25 años, no es una posición antipetrista como algunos lo interpretan. Los intelectuales de izquierda no podemos ser ciegos y rendir loas al gobierno de turno porque sí.
Lamento mucho que la central de trabajadores CUT se queda callada, en un tema que afecta a todos los colombianos, especialmente a los pobres y a las clases medias. El sindicalismo no puede ser la correa de transmisión de un gobierno, aunque se diga progre, que se queda callado y que todo lo elogia acríticamente. Esto pasaba en los gobiernos del socialismo real, hoy en China y en Cuba. Se pierde la independencia. Fue el grave error que impuso el estalinismo.
Cobramos por la gasolina más que en los Estados Unidos
En dólares, a 1 de enero de 2024, el precio de la gasolina en Colombia es 3,91 por galón, con una tasa de cambio de 3875 pesos por dólar, cuando en la costa Este del Golfo de los Estados Unidos, a 25 de diciembre de 2023 se cotizaba en 2,684 dólares el galón. Esto no tiene razón de ser, cuando el ingreso per cápita de los Estados Unidos es casi 8 veces el de Colombia.
Yo siempre he sostenido que debería cobrarse según costos internos, lo que daría un precio de la gasolina alrededor de 10 000 pesos el galón.
Sé que mi posición es minoritaria en Colombia, ya que en el país dominan las ideas ortodoxas y neoliberales, pero lo peor para mí es que un gobierno que se dice de avanzada utiliza esta política de precios y se deja influenciar por el FMI.
Siguen mis críticas
Yo he criticado todos los argumentos que se dan para defender esta política perjudicial para los ciudadanos y Colombia. Dicen que existe un déficit del Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles, aprobado en 2007 por el gobierno de Álvaro Uribe y en el gobierno actual en el plan de desarrollo. Pues bien, acabarlo por ley, así como se aprobó por el Congreso.
Otro argumento que ahora se repite por el Presidente, que hay que eliminar los subsidios (he explicado que no los hay) para combatir el cambio climático porque aumentos en el precio de la gasolina reducen el consumo.
Esto no es cierto, todos los estudios muestran que la elasticidad precio es muy baja. Se olvidan del proceso de consumir combustibles en transporte. Esto depende, en primer lugar, del deseo de comprar un vehículo, que es función del ingreso de los compradores y de los sustitutos (buen transporte público, por ejemplo), de la eficiencia energética y del recorrido promedio. Solamente, en este último factor entra el precio de combustible. Como la población crece, así como la urbanización y el ingreso, siempre aumentará el número de carros, que es el factor determinante para consumir gasolina.
Se olvidan nuestros amigos que defienden cobrar según precios internacionales, que hay otros efectos negativos como la inflación, la caída en el ingreso real, la pérdida de competitividad, el aumento en la precariedad y en las desigualdades de ingreso.
Ya Colombia aparece en las comparaciones internacionales en el puesto 40, cuando hace un año estaba en el 30 de los más caros (GlobalPetro prices.com). Por debajo están todos los países productores y exportadores el petróleo.
Medidas para disminuir el consumo de combustibles en el sector transporte
Hay medidas más efectivas para relantizar el consumo de derivados del petróleo en el sector transporte, superiores a aumentar los precios, que he venido mencionando hace años, que serían, entre otras, las siguientes:
- Hacer más caro adquirir un vehículo privado
- Limitar la importación o ensamblaje carros, jeeps, camionetas, camiones y motos a unos mínimos de eficiencia energética
- Contratar diseños y construir sistemas de metro en aglomeraciones superiores a un millón de habitantes
- Construir ferrocarriles donde sean posibles técnica y económicamente, dado que por la geografía montañosa de Colombia no es fácil para un plan agresivo de vías férreas.
- Mejorar el sistema de vías primarias, secundarias y terciarias para reducir el consumo de combustibles
- Mejorar la infraestructura vial urbana, igualmente, para reducir el consumo de combustibles
- Diseñar sistemas de transporte urbano por buses de calidad que atraigan potenciales pasajeros
- Aumentar el número de vehículos que utilicen gas natural
- Esperar a que los vehículos eléctricos avancen tecnológica y económicamente para plantear una política agresiva del carro eléctrico
Conclusiones
Bien para el gobierno por la política sobre el salario mínimo y mal por seguir con esta política de precios de la gasolina neoliberal.