Ruben Darío Ceballos Mendoza - jurista

Por: Rubén Darío Ceballos Mendoza*

Alcanzar una reforma importante en nuestra educación, requiere tener en cuenta una serie de políticas educativas que defina un progreso constante en el logro de sus objetivos cuantitativos, como es mantener una alta cobertura en educación primaria y secundaria, pero por encima de todo, ir hacia lo cualitativo, en lo que es fundamental acortar la brecha de aprendizaje persistente para muchos niños que no pueden leer ni hacer cálculos aritméticos básicos, incluso después de pasar ocho años en el sistema educativo. En las zonas rurales, por ejemplo, el problema es peor ya que dos de cada tres estudiantes de escuelas públicas no saben leer después de haber pasado varios años en el aula.

Cambiar lo cual necesita reformas en su sistema educativo. establecer prioridades, tales como políticas necesarias para mejorar la calidad de la educación, focalizarse en elementos sistémicos e insumos educativos; esto es, evaluar, empoderar, rendir cuentas.

En cuanto a información y evaluación, se sostiene, los puntos de referencia -benchmarks- y las evaluaciones de impacto son la base de la planificación y de las reformas educativas cuyo objetivo es mejorar la calidad. Respeto de la autonomía, debe empoderarse a las escuelas, lo que, generalmente mejora la calidad. En lo atinente a la rendición de cuentas. el potencial de la autonomía para transformar los sistemas educativos depende de si una mayor autonomía va acompañada de mejores mecanismos de rendición de cuentas (responsabilidad); aumenta ella el tiempo dedicado a interacción pedagógica efectiva, lo que incrementa el rendimiento académico.

Requerimos para mejorar nuestra calidad educativa, y ello es consenso universal, utilizar más los sistemas de evaluación y determinar los niveles de aprendizaje actuales y los objetivos de aprendizaje futuros, en lo que converjan capacitación, primera infancia y cultura, en lo que es determinante la atención a los profesores, fundamentado ello en toda una serie de estudios en todo el mundo que muestran y demuestran que un buen maestro, uno que agrega valor al proceso de aprendizaje, puede ser eficaz para ayudar a los estudiantes a mejorar sus logros educativos, lo mismo que seleccionar siempre, lo que ayuda a garantizar que los maestros posean las habilidades y los conocimientos necesarios para ser educadores eficaces. Además, la capacitación en servicio en temas que directamente mejoren las habilidades para la enseñanza, ayuda a los maestros a mantener esas habilidades y estamos muy lejos de esta situación, que mientras no se enmiende, se seguirán desperdiciando recursos, de por sí escasos.

Se amerita de la misma manera, una superior atención al desarrollo de la primera infancia, en concepto de expertos, la inversión educativa más rentable, en la que la evidencia empírica demuestra que las intervenciones en este nivel aumentan el éxito educativo y la productividad de los adultos, y disminuyen los gastos públicos en los niveles educativos más altos porque el estudiante no requerirá de inversiones remediales.

Finalmente, importante sobremanera por demás, la a atención a la cultura, importante, pero normalmente descuidada. Requerimos en esto de consolidar una superior calidad educativa, combinar factores sistémicos y elementos de calidad estructural (insumos educativos), utilizar más su sistema de evaluación y determinar los niveles de aprendizaje actuales y los objetivos de aprendizaje futuros; proporcionar a las escuelas y comunidades información sobre los logros de su sistema; establecer mecanismos para asegurar y monitorear diversas responsabilidades, todo mientras se apoya la calidad de los docentes, se promueve la importancia del DPI y se tiene en cuenta el contexto y la cultura, razones todas de peso que los formuladores de políticas deben considerar a fondo respecto de todos y cada uno de los aspectos del sistema educativo, a en dirección a definir una reforma adecuada que proporcione un enfoque inclusivo, sistémico y holístico para mejorar los resultados educativos, y entender, al igual que comprender de una vez por todas, que las reformas a retazos, a nada positivo conducen.

*Jurista. rubenceballos56@gnail.com

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