Francisco Javier Vásquez Asencio

Por: Francisco Javier Vásquez Atencio*

Se soporta la economía global, la cual hace posible beneficiarse de mercados cada vez más vastos en todo el mundo y tener mayor acceso a los flujos de capital y a la tecnología, importaciones más baratas y mercados de exportación más amplios, en el intercambio de bienes y servicios entre distintos países, de manera similar a cómo la economía nacional se basa en el intercambio entre los actores económicos de un mismo país, la cual promueve aumentar la productividad y la eficiencia en todos los países; contribuir al crecimiento de los países subdesarrollados al permitirles importar bienes de capital (maquinaria y material industrial) y exportar bienes primarios (recursos naturales y materias primas); se clasifica en países desarrollados o industrializados, en desarrollo y sub-desarrollados; y es el desarrollo global, un amplio concepto relacionado con los distintos niveles de «progreso» de las condiciones económicas, sociales, políticas y tecnológicas de un país.

Los últimos años han sido complejos para la economía global, dado que las economías avanzadas sufrieron crisis económica y financiera y lo decepcionante de la recuperación suscitó preocupación por un eventual estancamiento pertinaz, por la posibilidad de que una demanda deficiente combinada con un crecimiento cero de la productividad abocara a los países avanzados a un crecimiento lento crónico.

Actualmente, dos agendas contrapuestas siguen compitiendo para dar forma a las políticas económicas internas y externas de Estados Unidos. Una que mira hacia adentro y se enfoca en la creación de una economía estadounidense inclusiva, resiliente, próspera y sostenible; otra, que se centra en la geopolítica y mantener la primacía estadounidense sobre China. El futuro de la economía mundial depende del resultado de este conflicto y de si estas prioridades opuestas pueden coexistir. La administración Biden, representa un cambio radical con respecto a las administraciones demócratas anteriores, y persigue políticas industriales ambiciosas para reactivar la fabricación nacional y facilitar la transición ecológica. También ha adoptado una postura más dura sobre China que cualquier administración anterior, incluida la del expresidente Trump, al tratar al régimen chino como un adversario e imponer controles de exportación e inversión en tecnologías críticas.

Sin embargo, hasta hace poco tiempo, no articuló una visión coherente que combine estos diversos elementos y asegure a otros países, incluida China, que su estrategia económica no se centra en la confrontación, el unilateralismo y el proteccionismo. Pero los comentarios recientes de la secretaria del Tesoro de EU, indican que la administración ahora está tomando medidas para abordar este problema, lo que podría indicar el surgimiento de un nuevo Consenso de Washington.

El enfoque Biden hacia la economía mundial refleja un cambio intelectual más amplio. Legisladores estadounidenses ahora creen que el modelo de globalización posterior a 1990, que priorizó el libre comercio y los mercados libres sobre la seguridad nacional, el cambio climático y la seguridad económica de la clase media, ha socavado los cimientos socioeconómicos de las democracias saludables.

*Administrador de Empresas. Especializado en Recursos Humanos. Especializado y Magister en Gerencia Social. Diplomático. @franvasquez06. francisco.vasquez.atencio75@gmail.com

TEMA ENLAZADO: ECONOMÍA GLOBAL (II)

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