Ciudad de Bogotá

Por: Ec. Esp. Omar Escobar*.

El tema de la igualdad y desigualdad, ha dado para mucha polémica en el mundo político y económico, y generalmente se asocia al pensamiento de izquierda por lo cual, algunos compatriotas demócratas y cristianos ponen el grito en el cielo, toda vez que fue abordado desde hace más de dos mil años, por el mismo Jesucristo. Justo ahora, en tiempos de elecciones, donde afloran sentimientos y rencillas político-ideológicas bien cabe abordar este tema para información de nuestros lectores.

Se entiende por desigualdad económica, la distribución dispareja de los recursos económicos (dinero, bienes) entre las personas; algunos como los empresarios, contratistas, funcionarios reciben muchos ingresos y otros casi nada, quienes conforman un sector de la sociedad denominados “pobres”, por tanto, con menos oportunidades de estudio, trabajo y capacidad de compra, quedando rezagados frente a los demás. Es decir, nuestro modelo económico, crea condiciones para albergar una sociedad dividida por la obtención de ingresos y capital…si Ud no tiene algún factor productivo como la tierra, el capital o al menos ingresos por la venta de su profesión, estará en riesgo de formar parte del sector marginal de la sociedad. La tierra es un factor económico muy importante para trabajar y crear riqueza, por ello, es muy preciada, y hay personas que la adquieren pero también la roban, como ha pasado desde hace 500 años hasta ahora, generando violencia, pobreza, desplazamiento y desigualdad.

Hasta hace unas décadas, era muy complejo medir la pobreza, y gracias a la ONU, en 1997, surge el índice de pobreza, para medir su nivel. Sin embargo, para estudiar las causas correlacionadas con este fenómeno, en especial los ingresos Vrs. Pobreza, el demógrafo y sociólogo italiano Corrado Gini, desarrollo una herramienta analítica para medir la concentración de ingresos entre los habitantes de una región en un periodo determinado, y los expuso en su valiosa obra “Variabilità e mutabilità.

Los salarios, rentas o ingresos que disponen los individuos, sean por su empleo, el alquiler de sus equipos, el arriendo de bienes inmuebles, o el préstamo de dinero, determina su capacidad de demanda de bienes y servicios en su región. En economía, a este tipo de obtención de ingresos que tiene los agentes económicos, se le denomina “distribución de ingresos” y el hecho de que algunos reciban mucho más que otros, se configura en una “distribución desigual”, lo que origina problemas socioeconómicos. De allí la importancia de equilibrar dicha distribución a través de políticas públicas en regulación de tasas de interés, sueldos y salarios, impuestos directos e indirectos que gravan los ingresos de asalariados, empresarios y banqueros.

Existen distintos métodos para medir de forma cuantitativa la desigualdad, uno de los más usados es el coeficiente de Gini, que mide la desigualdad de renta relativa en la población en una escala de cero a 1: Cero indica la máxima igualdad de distribución salarial entre habitantes, es decir, que todos tienen los mismos ingresos. La variable 1 representa la máxima desigualdad. Un solo individuo posee todos los ingresos… Generalmente se habla en términos de índice de Gini, donde uno (1) representa la información en porcentajes.

El Foro Económico Mundial de 2020 revelo datos estremecedores. La riqueza de 4.600 millones de personas, es decir la riqueza del 60% de la población mundial era comparable a la riqueza de 2.153 personas consideradas como megamillonarios. En América Latina y el Caribe el 20% de la población concentra el 83% de la riqueza y en 20 años los millonarios pasaron de 27 a 104 conviviendo a lado de 66 millones de personas, (10,7%) que vivía en extrema pobreza (CEPAL).

En América Latina una persona llega a ganar hasta 16 mil veces más que otra, donde se concentra la riqueza, y se reproduce la pobreza y desigualdad. Ingresos, patrimonio y tierra, todo concentrado en pocas manos. Multimillonarios que se multiplican junto a su riqueza, y las personas comunes, que no logran ganar ni siquiera para pagar sus deudas. Cuando la industria productiva es boyante la distribución del ingreso no tiene grandes brechas, pero un modelo económico basado en la especulación financiera permite concentrar riqueza a costa de generar pobreza… miles de millones de dólares que podrían ser utilizados para financiar políticas públicas y mejorar la matriz productiva, pero van a parar a los paraísos fiscales… En el largo plazo, a más desigualdad menos confía la gente en su sistema político.

Para el caso colombiano, según la USAID, solo el 0,4% poseen el 62% de las mejores tierras del país. Según OXFAM, el 14% de los colombianos tiene el 80% de la tierra y el 86% el otro 20%. En cuanto a salarios, el Banco Mundial, confirma un aumento de la desigualdad en la sociedad colombiana, donde el 10% de la población más rica tiene 11 veces más ganancias que el 10% de la población más pobre. El coeficiente de Gini en 1960, era de 0,84, aumento a 0,88 en 2009, en 2019 registró 0,53 y para 2020 se elevó a 0,54, lo cual significa que 3,6 millones de personas han sido arrastrados a la pobreza.

Por otro lado, en Colombia también se evidencian desigualdades entre grupos poblacionales y etnias. Por ejemplo, la probabilidad de que una mujer quede desempleada es 1,7 veces más que la del hombre y un indígena colombiano «recibe en promedio dos años menos de escolaridad que otros nacionales de ese país». Las mujeres colombianas han sufrido en mayor medida las consecuencias de la ralentización económica, registrando una tasa de desempleo del 26%, en comparación con una tasa del 16% para los hombres. Por eso, Colombia se encuentra entre los 10 países más desiguales del mundo.

Un reciente estudio del Fondo Monetario Internacional (FMI) calcula que si aumenta el porcentaje del ingreso total que reciben los pobres y la clase media, la economía crece. Mientras que si lo que aumenta es el porcentaje del ingreso que capturan los más ricos, la economía de ese país se reduce.






Economista Omar Escobar
*Omar Alirio Escobar. Economista con Maestría en dirección y gestión de centros educativos y Especialista en Gestión de proyectos. Docente universitario, ensayista e investigador en varias universidades del país.

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