oswaldo Meza granados

Por: Oswaldo Meza Granados*

Mucho y más debe perseguirse para los municipios desde la gestión pública, misma que modernamente persigue una administración eficiente y eficaz que, sí o sí, satisfaga las necesidades reales de los ciudadanos al menor costo posible, con mecanismos de competencia que permitan y faciliten la elección de los usuarios y promuevan el desarrollo de servicios de mayor calidad, apoyado en sistemas de control que otorguen plena transparencia de los procesos, planes y resultados, para perfeccionar el sistema de elección y favorecer la participación ciudadana, en lo que importa la observancia de las diversas actuaciones y reformas adelantadas en el sector público.

En la práctica, importa una gestión pública eficiente que se muestre en el desarrollo de sus funciones, para lo cual interesa un gestor que mejor pueda agenciar los intereses de la sociedad: la función pública o la iniciativa privada; más, por cuanto la pérdida de credibilidad del sector público como gestor del bienestar ciudadano viene acompañado de manifestaciones que exigen y obligan a que las instituciones públicas actúen aplicando principios de economía, eficiencia y eficacia. Estas nuevas demandas, cada vez más importantes como consecuencia de la magnitud del déficit público, que tuvieron un importante impacto en los procesos de construcción de políticas públicas, hoy día no se limitan únicamente a la esfera política, sino que se han ampliado a todas las actuaciones de la administración en sus diferentes órdenes territoriales.

Así, las administraciones estatales se ven envueltas en procesos de regeneración, de cambio. Nuevos patrones de actuación y comportamiento, que llevan a diseñar nuevos sistemas operativos públicos y una nueva filosofía de actuación; y, ella es la nueva gestión pública, cuyo objetivo es un sector público que opere en aquellas áreas donde no exista un proveedor más adecuado y lo realice de forma eficiente y eficaz. Para lo cual, compite o colabora con el sector privado, allí donde es posible, con el fin de satisfacer las necesidades públicas, otorgándoles a sus ciudadanos un papel cada vez más activo en el campo público y realizando, además, reestructuraciones internas encaminadas a la adopción de procesos más racionales y una mayor autonomía en la gestión.

Cambios estos que carecerían de validez si no existe un férreo control que permita contrastar la bondad de la intervención pública, debiendo perfeccionarse los tradicionales sistemas de control orientados hacia la verificación del cumplimiento de la legalidad.

*Abogado. Especializado en Derecho Probatorio. Derecho Notarial. Conciliación y Resolución de Conflictos. Candidato a la Alcaldía de Villanueva – Casanare

TEMA ENLAZADO: DE LA GESTIÓN PÚBLICA (II)

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