MICHAEL JOHANNY MEEK NEIRA

Por: Michael Johanny Meek Neira*

El bien de intercambio por excelencia en nuestro sistema jurídico, son los pesos colombianos donde, moneda que goza del respaldo de nuestro Estado de Derecho. Mismo al que debemos desde, nuestra familia, hasta la protección de sus bienes y la seguridad jurídica que, facilita hasta la posibilidad de florecer la autonomía privada, al punto de establecer medios de pago imprevistos por el ordenamiento, pero en capacidad de ser amigables con la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (Dian). Sólo que, la naturaleza de las criptomonedas, aquella que, en principio, responde a la Ley 527 de 1999, se olvida para centrar los esfuerzos en venderlas, desarrollarlas, disfrutarlas y obtener ganancias del cripto-espejismo.

¿Cómo hablar de criptomonedas, sin definir a las computadoras?, la respuesta es sencilla, no están claras las cosas, por lo menos, así se nota luego de revisar un par de textos, dónde el más representativo, es el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española (RAE) que, en su portal web consultado en domingo 02/04/2023 a las 10:30 am, las define como máquinas electrónicas. He ahí el primer craso y más grande error. Pues con dicha percepción mecanicista del mundo informático, sepulta al entendimiento la realidad que gobierna la dimensión digital e impide, por ejemplo, comprender la distorsión espacio y tiempo que realizan las criptomonedas, al ser únicas, -no relativas-, estén donde estén las partes del negocio y, otros observadores, del -único momento-: compra-venta.

Los errores no paran allí, pues para los que defendemos la definición de computadora, ligada a la informática,  su definición por dicha fuente de conocimiento -el Diccionario RAE, la amarra a su idea de maquinaria y electricidad, así las cosas, al buscar la compresión de aquella mínima expresión digital que soporta: en absoluto -toda-, sin lugar a dudas, toda la tecnología de: chat gpt, la inteligencia artificial, blockchain, criptomonedas, ciberinteligencia, ciberseguridad, ciberx….etc, son los datos informáticos, atención, datos en plural, nada de singularidades, los que obran como ladrillos del mundo digital, dado que, como bien saben los expertos, los bytes, mínima unidad de información aprehensible por una computadora, son generalmente un octeto de bits claro, existen excepciones, como programaciones necesarias para algunos dispositivos de hardware, pero en general, lejos de toda duda: son más de siete (7) bits.

Así las cosas, al consultar dato informático en la fuente primigenia del conocimiento, como lo es el diccionario RAE para la lengua española, se encuentra que lo define como información, pasando por alto o, -sin tener en cuenta-, que antes de hablar de información, debió notar que, para que ella exista, se requieren, según el caso: unos datos de entrada, procesamiento, salida y, más allá de los datos, los metadatos. Aquellos necesarios, para en algunos casos, probar o no, la responsabilidad penal o, los años que podrá privarse de la libertad a un sujeto.

Del diccionario expuesto, se han desarrollado otras parcelas del conocimiento que no tienen en cuenta lo que pasa con las computadoras, donde ni siquiera en muchos textos que hablan de la llamada ciberseguridad, se desarrolla la energía que se transmite al interior de los circuitos del Sistema Informático. Entonces, las criptomonedas nacen como máxima expresión de la tecnología blockchain, cuya finalidad es elevar la seguridad de los bytes. Paquetes de energía que, por naturaleza, requiere cerrar circuitos para transmitirse y revelar su contenido. Justamente, las denominadas llaves de las cripto, se ubican en casillas que, unen o cierran circuitos entre aquellos datos que representan la entrada y, el control sobre la digitalización de activos, por el usuario. Desde la Ciencia del Derecho Penal se defienden derechos humanos, solo que, totalmente ausentes de comprender la dimensión informática construida por bytes, para el desarrollo social y constitucionalmente informático de todos, no de los magnates que dominan y controlan las criptomonedas, al punto de FriTarSe a la hora de responder. Es mejor malo conocido que bueno por conocer…

*Michael Johanny Meek Neira. Abogado. Tratadista de Derecho. Columnista. Docente Universitario. Conferencista Nacional e Internacional

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