Por: Silvano Calvo Calvo*
Nuestras ciudades y municipios todos, capitales e intermedios, deben desafiarse y ponerse como tarea inaplazable apuntar a mejorar de manera permanente y continua. Posicionarse. Lograr que se les ame con pasión por parte de quienes los habitan y visitan. Tener por ellos sentimiento de pertenencia. Entender que deben siempre cambiar para bien. Fortalecer sus vocaciones principales y adquirir otras nuevas y diversas. Explorarse y explotarse turísticamente. Ser sus pobladores testigos de su positiva transformación. Aupar por hacerlos más verdes y vigilar que las intervenciones urbanas sean las más adecuadas, benéficas para todos y una razón de atracción para visitantes.
Ser una realidad diferente. De cambios, transformaciones y nuevas narrativas. Trabajar por que sean reconocidos departamental, regional, nacional e internacionalmente. Nichos de sano entretenimiento, Mostrar su gastronomía típica, alta cocina, música urbana. Alegría, amabilidad, brazos abiertos, afabilidad y sano orgullo local como uno de sus más fuertes haberes y motivos para que se conviertan en tendencia.
Marcar con lo poseído nuevas vocaciones económicas, lo que debe ser comprendido integralmente por gobiernos e instituciones y entrar a colaborar en su adecuada y eficaz fomento, potenciación e impulso. Es consolidar lo que universalmente la gente y el mercado reclaman. No se trata de empeñarse en utopías, caprichos ni en falta de comprensión frente a las realidades, sino con insistencia manifiesta convertirlos en lo que mejor pueda ser, a efecto de no caer en frustraciones. Se impone tener los pies sobre la tierra y hacer en consecuencia lo que mejor se pueda ser capaz de adelantar, de conformidad con las propias proyecciones y reales fortalezas.
Interesa sobremanera definirse mejor como conglomerado y territorio, marcarse en preferencias, adaptarse de la mejor forma y manera a lo que ocurre, ganar notoriedad sin importar cuan largo sea el proceso para lograrlo, en lo que deben concurrir solícitas decisiones públicas, políticas de continuidad, inversión privada nacional y extranjera, innovación social, cultura, espíritu cívico y no perder las buenas condiciones conquistadas.
De la misma manera, importa que asuntos que señalan negaciones, nada edificantes sin duda, entre ellas la percepción de la inseguridad, sean aspectos a tratarse con atención extrema y acción directa de las autoridades, a fin de robustecer y mejorar las condiciones para que en los territorios crezcan exponencialmente negocios de la más diversa índole y excelsa calidad, lo que debe ser senda de labor conjunta entre gobiernos, empresarios, ciudadanía y comunidad en general.
Es darse a la tarea de hacer que los territorios se conviertan en destinos de prosperidad, entretenimiento, desarrollo, crecimiento, progreso, vida buena y necesario bienestar con calidad y legalidad, determinándose así, trabajo, empleo, nuevas como mejores y fundamentales oportunidades en ruta a superar la pobreza, perversa como perniciosa condición que obstaculiza las mejores condiciones para una vida digna.
*Silvano Calvo Calvo. silvanocalvo@hotmail.com Abogado. Especializado en Derecho Administrativo