Luis Gilberto Ramírez Calle

Por: Luis Gilberto Ramírez Calle*

Vivimos en municipios y ciudades del país una ola de inseguridad producto de innumerables sucesos que convergen y aumentan esta penosa situación que acusando estamos sus ciudadanos, lo que no debiera ser bajo circunstancia ni punto de vista alguno. Requieren nuestros pobladores todos con carácter urgente y prioritario, camino a superar esta aciaga situación, de una estrategia integral que contribuya a hacer descender los más de los delitos que se padecen, que desde luego golpean a la sociedad en su conjunto y cuestiona la labor, capacidad y eficiencia de las autoridades del orden.

Múltiples y variados son los delitos que soportando estamos, a lo que se suman en cada uno de los mismos nuevas modalidades y surgen organizaciones criminales de distinto origen, propósitos y objetivos que acorralan a la gente en todo momento y lugar, generando manifiesta inseguridad que embrolla, incomoda y fatiga a la ciudadanía, que reclama a cada instante por seguridad, orden y convivencia.

Todos los momentos y espacios son propicios para los delincuentes, que actúan abiertamente y sin temor. No respeten los procedimientos de las autoridades, se aprendidos cada día les importa menos, no sienten ningún temor ante la posibilidad que los ingresen a los centros de reclusión y son conscientes que de una u otra forma van ganándole espacio a la ciudadanía y a la administración de justicia, a la que consideren cada vez mayormente laxa, lo que es un desafío mayúsculo y sin opciones mejores a la vista, siendo determinante en consecuencia más unión, integración y cohesión comunitaria.

Benéfica sin duda la siempre bienaventurada presencia de la fuerza policial, que desde luego no puede ser permanente, correspondiéndole a los ciudadanos en general involucrarse en lo cual de manera participativa y desde luego activa. En esto no hay milagro alguno, por lo que interesa y se impone organizarse en todos los ámbitos, colaborarle a la policía con ideas e iniciativas viables, con propuestas realizables, con información, comunicación, divulgación y difusión permanente y veraz apoyados en la vecindad y redes sociales, respecto de delincuentes, sospechosos o situaciones embarazosas en todos los sectores, liderazgo que debe ser ejercido por la ciudadanía; máxime cuando cierto es que el escenario delictivo está atiborrado de un sinnúmero de delitos que cambian segundo a segundo causando desconcierto a la ciudadanía y a las administraciones, desconsuelo, incertidumbre, y frustración ante los resultados negativos, y antes por el contrario desmesurado crecimiento que crea en los ciudadanos más inseguridad.

No es esto de la seguridad un tema menor, ya que incide en toda la sociedad, que espera recuperar cuanto antes la credibilidad en las instituciones, autoridades y la justicia, demandando prontos resultados en la investigación y aplicación de justicia, dado que la sensación de seguridad es altamente susceptible y más volátil de lo pensado, pero que lo cual es posible en la medida que procurados sean a este tenor la satisfacción personal, familiar y colectiva por los resultados que deben darse, soportados en un compromiso social apoyado en la autoridad y en la administración de justicia; más, por cuanto una buena y mejor convivencia es la vía para afianzarnos en una real seguridad.

*️⃣Luis Gilberto Ramírez Calle. General (r) Ponal. Administrador. Asesor y Consultor en Seguridad, Inteligencia y Defensa Nacional. Abogado. Especializado en Derecho Administrativo

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