Iván Bohórquez Zapata

Por: Iván Bohórquez Zapata*

Poseemos sobradas y poderosas razones históricas para defender en puridad de verdad el completo bienestar que nos competiría y debemos tener como sociedad. No es una aspiración baladí, sino una realidad en la que todos y cada uno de nosotros debiéramos contribuir con nuestro esfuerzo y activa participación. Como país contenemos una gesta histórica y una imagen especial, que nos obliga estar a la altura de los mejores; y si bien tenemos aspectos muchos que mejorar y deben estar consignados en la agenda de lo importante, de las realidades y de las prioridades, acompañado de la grande e inaplazable tarea de avanzar a pesar de los obstáculos que fueren y amenacen tales propósitos y objetivos con los que hay que estar decididamente comprometidos como ciudadanos y comunidad.

Existe una Colombia, pero también varias Colombia, por lo que se ha dicho siempre que somos un país de naciones. Lo expuesto sigue la constante de que no existe Colombia sino Colombias con señas propias de identidad, a pesar de muchas indiferencias centralistas que aspiramos y esperamos más temprano que tarde y más pronto que después, desaparezcan en la unidad que como Estado de Derecho nos merecemos.

Empresa es esta en la que importa en mucho el aporte de las nuevas generaciones, en cuyo propósito deben recurrir solícitas cada día y cada vez más nuestra historia y memoria, ya que le compete saber del pasado para desde el presente proyectar en todo un mejor porvenir, en el que no sean esquivos desarrollo, crecimiento, progreso, bienestar ni prosperidad bajo circunstancia alguna.

Obligados estamos a salir avante. Alejarnos definitivamente de mediocridades y medianías. Seguir adelante prefiriendo la solidaridad. Como colombianos de todas las Colombias, tenemos que aprestarnos a su defensa, impulsarla e impulsarnos, no puede ella ni nosotros estar solos en esto. No podemos perder nunca de vista que la grandeza de un país, de una canción, de un territorio, de un Estado, es desterrar y acabar con lo que desunirlos pueda, que de continuar sucediendo, mostrará evidentemente la miseria de los suyos, en contraposición a los ciudadanos aguerridos y benefactores que debemos ser en esa unidad que nos hará crecer como corresponde en contexto de modernidad.

Compete a todos mostrar nuestro potencial en todas las áreas y niveles. Prohibido debe sernos seguir atascados y convertidos en un país excluyente e inequitativo. Tenemos que movernos por nosotros mismos. No podemos permitir hundirnos. Se imponen reivindicaciones. Más vale tarde que nunca y aun así, es tarde. Nos hacen falta cambios y transformaciones profundas. Más y mejores líderes y dirigentes, apoyados seria y firmemente por los sectores poderosos del país y por todos los ciudadanos. De no hacerlo, continuaremos en lo pobre y mísero, con unas infraestructuras y demás retrasos en lo sanitario, educativo, social cultural, económico y ambiental que nos seguirán convirtiendo en un símbolo de lo que no debe ser ni permitirse.

*Iván Bohórquez Zapata ibozap@yahoo.es Administrador Público. Especializado en Gerencia de Proyectos de Desarrollo. @ivnBohorquez1

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