Por: Luis Cesar Pérez Gaitán*
Quiero para mi municipio, antes que nada y primero que todo, que la esperanza se nos vuelva un gran gobierno en beneficio de la ciudadanía y comunidad entera, en el que ustedes sean los jefes para estar y sentirnos orgullosos, como henchidos de emoción para servirles como bien, mejor merecen y les corresponde, en contexto de eficiencia, eficacia, transparencia, administración, gestión y gerencia públicas, entre otros particulares y generales aspectos que se contienen en espacios pertinentes de gobernanza (Forma de gobierno basada en la interrelación equilibrada del Estado, la sociedad civil y el mercado para lograr un desarrollo económico, social e institucional estable.) y gobernabilidad (Semánticamente, capacidad de ser gobernable y conceptualmente, relación que se manifiesta cuando existe un estado de equilibrio en el ejercicio del poder político derivado de la solución de demandas sociales y la capacidad de los gobiernos de atender éstas de forma eficaz, estable y legítima.), necesarias una y otra sobremanera, en la búsqueda y procura de proteger los sagrados recursos públicos y los superiores intereses de los asociados.
Siempre ha estado en mi personalidad servir a los demás, es parte de mi ADN, por ello me he desvelado, preparado y esforzado, lo que me ha llevado a tratar de vencer mi timidez. No me gusta llamar la atención, pero no soporto, ni puedo consentir el desorden que se da en las instituciones públicas, ya que va en detrimento de los gobernados; y, además, por cuanto no soy capaz de mentir, engañar a nadie y menos atentar contra el erario, en contexto de dignidad, decencia, grandeza, honestidad, honorabilidad, responsabilidad y compromiso.
Mis planes para la vida siempre han sido servir a los míos, inspirado en los hombres mejores que han hecho grande a la humanidad. Por eso llego a la política, a lo que se suman las circunstancias de lo que no ha podido ser. Eso me trae a este escenario para construir junto con ustedes una causa, la mejor causa; proveerles lo mejor de lo que posible y probable sea, en lo que cuenta no tolerar el poder a los corruptos y devolverles sin complicidades las acciones positivas a la política y la política a la gente en su verdad, bondad y nobleza.
La corrupción es desgracia inmensa que genera impotencia en la gente y a lo que no podemos resignarnos, como tampoco al abandono de la educación, la salud, la primera infancia, los adultos mayores y personas en condición de discapacidad. No más perversas condiciones laborales en la que muchos se encuentran, falta de trabajo y empleo, carencia y mal estado de las vías de acceso, deterioro del medio ambiente, el chantaje de los servidores públicos, la violencia generalizada y en fin, los uno y más problemas que son obstáculos de peso para alcanzar la felicidad y el disfrute de una sociedad.
Ternemos que avanzar como real y verdaderamente debe correspondernos, no más atrasos, retrocesos ni parálisis. De ahí que mi decisión siga siendo volver a participar en estas justas electivas que se avecinan. Es el camino cierto para vencer en democracia, sin tener que repetir las prácticas de la política tradicional cuyo mayor mérito es la prebenda non sancta y someter al pueblo a la tragedia de la resignación, cuando lo que requerimos son cambios y transformaciones de primera magnitud que nos lleven a puertos seguros de desarrollo, crecimiento, progreso e integral prosperidad.
Con ustedes impulsaré un cambio cultural que le devuelva el sentido a la política, soportados en la estrecha relación que debe haber entre el Estado y una ciudadanía virtuosa que se interese en los asuntos públicos y en las acciones positivas de la ciudadanía por el bien común. Interesa en este derrotero, que vayamos tras objetivos alcanzables y deseables para la sociedad, conscientes que no hay fórmulas ni recetas mágicas, pero estoy seguro que, si contamos con buena salud, trabajo digno, educación de calidad, seguridad, paz, equidad, oportunidades y un ambiente sano, estaremos más cerca de ese buen vivir que queremos para todos.
Trabajemos para que nos llegue el momento de los hechos, como lo tengo plasmado en mi programa de gobierno, en el que consignados están nuestras propias realidades, necesidades, anhelos, deseos y las más importantes prioridades, urgentes requerimientos y las más sentidas demandas poblacionales, lo que he compendiado luego de mi cercanía con la gente, producto de caminar calles, barrios, zona rural y urbana, escuchando los problemas sobre los que construir las soluciones con las comunidades, en el certeza que participación, creatividad, tecnología, bilingüismo, ciencia, arte e innovación serán retos y apuestas fundamentales con los que paso a paso consolidaremos una Alcaldía abierta, participativa, honesta, blindada contra la corrupción y transparente. Vamos tras una cultura viva comunitaria en la que apoyaremos y acompañaremos emprendimientos culturales y demás otras áreas. Es trabajar para que haya más ingresos, mejor economía en los hogares, lleguen empresas, turismo, inversión nacional y extranjera. Nos importan paz, reconciliación, oportunidades para los más vulnerables de nuestra sociedad. Se trata de cerrar las brechas con nuestra ruralidad, lo que creará un positivo impacto en nuestra seguridad.
Alineados estaremos con los Objetivos del Desarrollo Sostenible. Lideraremos lo urbano, rural y humano. Lo social. Lo ético. Importa resurgir. Escribir nuestra nueva historia. Constituir un gran equipo de gobierno. Es hora de darlo todo con responsabilidad, humildad, respeto y dignidad. Las transformaciones más poderosas se dan por la unión de ciudadanos que no pierden la fe de tener una vida mejor, de eso se trata la esperanza y quiero que la sientan en el corazón para que estos cuatro años por venir, no nos soltemos y estemos unidos como debe y tiene que ser. A Puerto Gaitán llegará para quedarse con ustedes y para ustedes la esperanza. Vive Dios que sí.
*Luis Cesar Pérez Gaitán. luisperez19-14@hotmail.com – Estudios en Administración de Empresa. Líder Indígena y comunitario. Empresario
