Por. José Manuel Herrera Villa*
Coinciden experticias y expertos que lo fundamentalmente más poderoso para potenciar la competitividad es generar cambio y transformación, más cuando el futuro es hoy más impredecible que nunca por las crisis de salud, política y económica que estamos padeciendo. En esto hay que tener cuidado, preparase y no improvisar, ya que cuando de la necesidad de transformación se trata, no todas las organizaciones tienen clara su ejecución en su agenda ni quienes los responsables de llevarla a cabo.
Globalización, nuevas tecnologías, pandemia, pronósticos económicos, devenir político, lo sial, lo ambiental y las restricciones sanitarias, entre otros aspectos, están provocando cambios permanentes de rumbo y no necesariamente la gestión administrativa es capaz de mantener el ritmo transformador. Muchos y más hablan de la necesidad de cambio, el cual es lejano debido a que no se ha sido capaz de revisar y practicar el liderazgo para aterrizarla en un proyecto con un ajustado cronograma de actividades y los responsables designados.
Los administradores, inician, administran y mantienen. Los líderes, originan, innovan y toman riesgos. Los buenos administradores posan sus energías en ingreso y costo; el buen líder, su visión en el conjunto de la inversión. Ambas competencias aparecen válidas, siendo más adecuada la cultura del liderazgo. El líder de los negocios debe ser emprendedor y buen administrador, ya que las organizaciones requieren de las dos competencias; sin embargo, existe cantidad de administradores, los que prosperaron con la fórmula qué para tener éxito, era estar haciendo lo mismo cada vez mejor. En un mundo volátil, complejo y ambiguo, justo y necesario son emprendedores que transformen las empresas, estamos fallos de ellos en todos los niveles, por lo que hay que generar oportunidades y agilizar el proceso de toma de decisiones.
No puede creerse nunca que se tienen todas las respuestas, que el cambio es para los demás. No. Se impone reflexión y actuar en consecuencia tras verdaderas transformaciones. No es esperar que se deba y pueda mejorar, que hay que hay que aguantar, que las respuestas pronto llegarán. Entendamos que la inercia cuesta más que actuar, debiendo definirse cómo se puede avanzar. Hay que ir tras el futuro y buscar respuestas claras a los desafíos de los negocios; de la misma manera, con viene resolver estrategia de negocios, planear competir en el mercado futuro; estrategia de organización; organizar el factor humano para alcanzar la estrategia de negocios; estrategia de cambio, para estructurar el modelo de negocio; cultura, que es el que creen y cómo deben actuar los miembros de la organización futuro; estrategia financiera, que es la proyección de cifras financieras del corto al largo plazo.
Es cambiar conceptos, pasar de jefes a facilitadores, más correspondiente con la organización moderna. No es pensar en términos de jefes, autoritarismo sino de liderazgo, retando los peligros, innovando, cambiando y trasformando. jomahevi@gmail.com *Profesional en Administración y Finanzas. Especializado en Auditoria Integral.