En la madrugada de este domingo, 28 de febrero la voz de Jorge Oñate se apagó, en la ciudad de Medellín y desde ese momento empezaron los homenajes para el artista en las redes sociales que marcó una época entre los mejores cantantes y compositores vallenatos.
El cuerpo sin vida del Jilguero de América fue llevado a Valledupar, Cesar, y donde se contagió de covid -19 hace mas de un mes.
En la biblioteca departamental de la capital vallenata, fueron llevado sus restos mortales para ser velado y rendirle un merecido homenaje a tan ilustre e icono interprete de canciones como: nido de Amor, la aplanadora, San juanerita, lirio rojo, nació mi poesia, entre otras, junto a su familia, amigos, colegas, autoridades civiles, militares, eclesiásticas y otras personas cercanas al artista sin olvidar sus más fervientes seguidores.






El avión que trasladó el cuerpo sin vida del maestro Oñate aterrizó en el aeropuerto Alfonso López de Valledupar, luego de un corto viaje desde Medellín, ciudad donde falleció, informó el diario el Heraldo.
Como se puede ver en grabaciones, difundidas en las redes sociales, el cuerpo de Oñate fue recibido por decenas de seguidores quienes corearon su nombre y lo aplaudieron para recordarlo tras su partida eterna.
En estos momentos el cuerpo del maestro es llevado a su natal pueblo la Paz, Cesar. Ahí en la plaza principal que lleva su nombre (plaza Jorge Oñate), sus paisanos, amigos, seguidores y familia,en compañía del alcalde del municipio le rendirán otro homenaje póstumo al pilar de la música colombiana, y luego alrededor de las cuatro de la tarde su féretro será trasladado al cementerio central, en donde le darán el último adiós y descansará en paz.
Con la muerte física del Ruiseñor del Cesar, Jorge Oñate, nace su leyenda y su historia en la música, no sólo en la música vallenata, sino en la música colombiana.
“Paz para el alma del Jilguero de América”.
Por: Iván Meneses
Periodista.