JOSE GUILLERMO CLARO PENNA

Por: José Guillermo Claros Penna*

Actualmente el compromiso que cabe a los operadores jurídicos debe ir más allá del ofrecimiento de servicios legales, para ser defensores de los derechos humanos y trabajar para erradicar toda forma de discriminación o inequidad, Nuestro ejercicio es vocación, pasión, dedicación, entrega, responsabilidad, velar por los derechos de los más vulnerables, dar voz a quienes no pueden valeres por sí mismos y luchar incansablemente por la igualdad, la justicia y ser guardianes de los principios que garantizan una sociedad justa e igualitaria, para así responderle a la sociedad con un actuar revestido de rectitud manifiesta.

Importa que despertemos confianza en la sociedad ejerciendo la abogacía con actuar ético, con transparencia y sentemos un precedente valioso en el papel que nos corresponde como defensores de la justicia, no sólo del Derecho, de así no hacerlo, la confianza ciudadana seguirá desplomándose. No se trata de un concurso de popularidad o credibilidad frente a otras profesiones, ya que todas debemos de guiarnos por un ejercicio ético, sino en que en los abogados reside la defensa del marco jurídico que da forma al Estado, cuyo fin último consiste en servir a las personas, no servirse de las personas.

Las malas leyes son el peor tipo de tiranía, decía el escritor, filósofo y político irlandés Edmund Burke. Misma tiranía que se sostiene, a decir de connotados tratadista jurídicos, de la presentación de demandas injustificadas, mal planteadas, carentes de técnica argumentativa y de elementos probatorios; de la publicación de sentencias que contravienen la justicia, que no resuelven las pretensiones de las partes o que no se hacen efectivas; y de la emisión de actos públicos ilegales, innecesarios, contrarios a la Constitución y a los Derechos Humanos; de ahí que se necesiten abogados comprometidos con la justicia y no con el poder, responsables con un ejercicio crítico y ético de la profesión y que ayuden a impulsar condiciones materiales para ejercer los derechos sin discriminación de ninguna índole ni naturaleza.

Fundamental en nuestro compromiso con la justicia, reconocer que el acceso a ella y el ejercicio efectivo de los derechos no pueden ser solo teóricos o formales, sino que requieren de condiciones materiales adecuadas que permitan a todas las personas ejercer sus derechos en igualdad de condiciones, objetivo que para ser alcanzado se requiere asegurar el acceso a la justicia de todas las personas, toda vez que en muchos casos, sólo por medio de la intervención de los órganos jurisdiccionales se logra exigir el reconocimiento de los derechos o el cumplimiento de algunas obligaciones en favor de individuos y comunidades históricamente marginadas, por lo que eliminar las barreras que pueden dificultar el acceso a la impartición de justicia, es preciso para robustecer la confianza ciudadana y consolidar el Estado de Derecho.

Nuestro compromiso como quedo dicho, es ir más allá del ofrecimiento de servicios legales asequibles o gratuitos, para convertirnos en defensores de los derechos humanos y trabajar para erradicar cualquier forma de discriminación o desigualdad desde nuestras diferentes trincheras: impulsar la adopción de leyes y políticas inclusivas que protejan y promuevan los derechos de todas las personas; participar activamente en el diseño de políticas públicas que aborden las desigualdades y promuevan la igualdad de oportunidades, así como ejercer nuestra profesión con ética y responsabilidad social.

Es ser cada día mejores y contribuir de manera más significativa a la sociedad, en lo que importa renovar nuestro compromiso con los valores éticos y morales que deben regir nuestra la abogacía, en lo que cabe potenciar nuestros esfuerzos para garantizar el acceso a la justicia para todos, principalmente a quienes más lo necesitan. La abogacía hoy exige compromiso social, valor y determinación, acabar con los pactos de poder e impunidad que han alimentado por décadas la desconfianza social y malogrado nuestras instituciones, de ahí que la sociedad reclame una actuación más activa de los abogados de cara a la sociedad, a su bienestar y nunca a la sombra del poder.

*Profesional en Ciencia Militares. Administrador de Empresas. Abogado. Candidato a Doctor en Derecho. joseguillermoclarospenna@outlook.com

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