Por: Jhorselys Jiménez*

Para la ciencia criminológica es de suma importancia establecer un análisis exhaustivo de la conducta criminal, estos análisis han ido adquiriendo un gran apogeo en los últimos años debido al impulso que se le ha dado en las redes sociales y diferentes medios de comunicación. Es por ello, que impera describir cómo, a partir de la observación, se detectan las conductas realizadas durante la comisión de un crimen y, siguiendo un procedimiento lógico, se interpretan elementos psicológicos de las personas implicadas en él, con el fin de plantear propuestas que permitan a los científicos esclarecerlo.

Para determinar la siguiente interrogante, ¿El criminal nace o se hace? la respuesta tiende a arrojar varias significaciones dependiendo del enfoque desde el cual se aborde tal cuestionamiento. En este sentido, efectivamente para resolver esta cuestión, tan  compleja, es menester sumergirnos en los antecedentes históricos de la criminología examinando en los vestigios aportados por precursores de la edad antigua, edad media y la etapa científica; compilando las principales aportaciones y vislumbres de grandes pensadores, quienes contribuyeron de forma significativa dando los primeros pasos en materia criminal, y al mismo tiempo, el origen del estudio del misterioso mundo del comportamiento violento y criminal.

Debido a los constantes cambios sociales, las características del contexto se van transformando de forma acelerada y versátil, lo que influye también en las tendencias a la violencia, la injusticia, la intolerancia, la guerra y todas aquellas manifestaciones humanas que atentan contra el orden social, conducen a que el ser humano vaya adquiriendo un pensamiento más frio y calculador, con menos sensibilidad ante el dolor de otro ser humano. Desde los inicios de la Criminología como ciencia y con la escuela positivista italiana se ha establecido una importancia fundamental al factor biológico indicando que el criminal es una persona con características diferentes al individuo que no lo es, un enfermo debido a sus deficiencias biológicas y anatómico- fisiológicas lo llevan a ser desigual a los demás seres humanos, presentando diferencias físicas notables en el cerebro, en este sentido, la teoría biológica sigue siendo un factor de suma importancia para el análisis de la comisión de actos criminales.

Actualmente, con los avances en la genética se ha podido constatar que existen componentes genéticos hereditarios que influyen o predisponen la conducta antisocial. Como ejemplo de ello, se puede traer a colación, el factor criminógeno por excelencia “El alcohol”, la ciencia ha demostrado que el alcoholismo es una enfermedad hereditaria. Otro antecedente que evidencia la predisposición biológica del ser humano hacia el crimen se encuentra manifestada en las deficiencias glandulares sobre todo en las glándulas de secreción interna pues estas están íntimamente relacionadas en el desarrollo del temperamento y por lo tanto del carácter lo cual en algún momento de la vida puede desencadenar en trastornos instinto- afectivos, y en la actividad psíquica. No obstante, y hasta el momento, no podemos dejar de señalar que el factor biológico constituye solamente una parte del análisis integral del sujeto criminal y como es lógico, por sí solo no explica la etiología de la conducta antisocial.

En otro orden de ideas y desde la perspectiva social, los estudiosos concuerdan en que la etiología del crimen se debe a estímulos externos, aprendidos que influyen en la conducta del ser humano y lo llevan al camino del crimen. La familia es la célula fundamental de la sociedad y en ella los individuos desarrollan valores y patrones de cultura que se transfieren de padres a hijos y así sucesivamente. El medio social es muy amplio y sería pretencioso analizar únicamente la influencia familiar y los modelos criminales como una explicación de la etiología del crimen, siendo parte de un conglomerado social, somos parte de una estructura social, económica y política que requiere una adaptación por parte de cada uno de sus miembros para una adecuada convivencia y supervivencia en el sistema social tan complejo como el nuestro, en el que están muy marcadas las clases sociales siendo unas las menos favorecidas, los individuos que forman parte de estos grupos encuentran más complejo el sobresalir en el ámbito económico y el progreso social por lo que la vía legítima se convierte en ocasiones un esfuerzo inalcanzable para algunos y encuentran en el camino ilegítimo el alcance de aquellos satisfactores, a los que de manera legítima les supone un mayor coste obtener.

Finalmente, hablar de los factores que influyen en el individuo para que sea o se convierta en criminal es hablar de una gama de elementos que pueden estar marcando su comportamiento como individuos miembros de una comunidad social. Abogada – Criminóloga. Docente UNELLEZ. Twitter: @ jhorjimita. Instagram: @jimenezjhorselys

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