lisbeth barraza escorcia

Por: Lisbeth Paola Barraza Escorcia*

El Trabajo Social respecto del desarrollo busca procesos óptimos de identidad, por lo que su actuar en el marco social, político y ético en contexto de las relaciones sociales, debe implementar caminos para superar las dificultades traídas por las crisis económicas, imponiéndose buscar y encontrar el origen de los problemas, camino a responder a las lógicas de una construcción social en beneficio y aprovechamiento colectivo, lo que debe ampliarse y analizarse detalladamente para la comprensión y significación de su trascendencia en el plano de los imaginarios y prácticas cotidianas, en lo que ayuda estudiar la perspectiva que tiene el desarrollo en su relación con el Trabajo Social.

Se trata de favorecer a las sociedades en la generación de proyectos que contrarresten las inequitativas prácticas del sistema económico hegemónico, buscar fines más equitativos y justos que redunden en el bienestar social y favorezcan las clases social y económicamente mayormente oprimidas y excluidas; por lo que requiere la sociedad de políticas sociales que ayuden a potenciarla, siendo fundamental la inclinación hacia un Trabajo Social comprometido con los requerimientos comunitarios, poniéndolos por encima de los que prevalecen en lo económico y practicar posturas críticas acerca del sistema económico imperante y de la sociedad que reproduce sus formas.

Se trata de hacer una conjunción de las formas que han tenido aplicación en la teoría y en la práctica para que se realice una lectura que devele un uso adecuado de las propias necesidades que tejen la realidad, debiéndose todo lo inherente someterse a miramientos y discusiones que procuran el favorecimiento y sostenibilidad de los intereses superiores de la colectividad.

Es pensar un Trabajo Social coherente con las dinámicas reales de la sociedad, formarse para si una comprensión del contexto, que se logre a partir de adquirir conciencia, lo que incluye el conocimiento de las particularidades y el conocimiento de las identidades culturales, en donde el actuar profesional es determinante en cuanto a las múltiples transformaciones que se generan., en lo que es decisiva la racionalidad interpretativa de los fenómenos sociales y su relación permanente con los ámbitos económico, político, cultural, ambiental, que influencian a la sociedad y la determinan.

Igualmente, generar procesos que exijan obedecer un compromiso fundamental sobre el ser humano y generar condiciones de conocimiento racional y concienzudo del desarrollo desde sus perspectivas más profundas, situaciones que se pueden comprobar de facto tan solo con observar los índices de pobreza y miseria que no se resuelven ni con las políticas públicas, ni con las políticas sociales, ya que obedecen a problemas estructurales del sistema económico y político imperante.

Importa ir tras un estadio social superior, tras el bien común, lejos desde luego de inequidades, desigualdades, violencias e individualismos. Es lo colectivo sobre lo individual. Las alianzas sociales y la solidaridad. Propender siempre por los intereses generales de la sociedad, lo que sin duda bien y mejor puede conseguirse con un trabajo social crítico como propuestas de alternativas políticas, económicas, sociales, ambientales que reivindiquen una postura ética y política del ser humano, que responde de manera clara a las necesidades e intereses de los menos favorecidos.

Es replantearse construir una sociedad donde las relaciones entre sujetos se configuren con base en equidades y dignidad humana, crecer económicamente, desarrollarnos, buscar lógicas que nos lleven a la reestructuración de la sociedad donde puedan llevarse a cabo procesos de integración y consolidación de posturas que den prevalencia a los requerimientos y necesidades territorial y culturalmente construidas conforme a sus procesos autóctonos.

Por todo, es necesario comprender que debe replantearse y reconstruir la realidad actual, considerar que pueden alcanzarse metas superiores con base en un trabajo consolidado y constante, en lo que se impone que se trabaje constantemente y, desde varias esferas de la vida social, cultural, ambiental, política, étnica, para aupar integrales desarrollo, en la certeza que otro mundo si es posible, lo que implica compromiso ético, postura política, conciencia y un proyecto social que nos consolide como personas dignas en clara como plena convivencia.

*Lideresa Social Comunitaria. Conferencista. Tallerista

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