Por: Francisco Javier Vásquez Atencio*
E.Mail: francisco.vasquez.atencio75@gmail.com
Agricultura, es según la FAO, una actividad del hombre; primeramente, para producir alimentos y fibras por medio de la utilización, control y manejo de los animales y plantas. Se define también como el conjunto de actividades económicas y técnicas relacionadas con el tratamiento del suelo y el cultivo de la tierra para la producción de alimentos. Comprende todo un conjunto de acciones humanas que transforma el medio ambiente natural. Agroindustria, nos dice igualmente la FAO, se refiere a la subserie de actividades de manufacturación mediante las cuales se elaboran materias primas y productos intermedios derivados del sector agrícola; significando así la transformación de productos procedentes de la agricultura, la actividad forestal y la pesca. Desarrollo, significa crecimiento, aumento, reforzamiento, progreso, desenvolvimiento o evolución de algo y designa la acción y efecto de desarrollar o desarrollarse. Crecimiento, es el incremento de la renta nacional o el PIB por persona de un país o una región o un grupo de países, en un lapso.
Al tenor de las definiciones antecedentes, somos aún un departamento y país que podríamos considerarnos agropecuario. Muchos de los nuestros dedicados están a la agricultura y a la ganadería; esto es que trabajan en el campo en todo cuanto ello significa. Es uno de nuestros principales empleadores en cantidad de trabajo. Tarea que pareciera pasa de soslayo y ha sido tradicionalmente mal valorada y pésimamente retribuida. Es un sector con territorios y pobladores pobres, agobiados, carentes de todo, entre ellas de las necesidades básicas, al tiempo que los excedentes de la producción agrícola que generan y se exporta, representando millones de dólares para el departamento y el país.
Requiere este sector de un proceso integral de mejoramiento en el que quepan diagnósticos, se den respuesta a las una y mil problemáticas que soportan, acercarlos al crédito blando y generoso, capacitarlos a fin que puedan tecnificar su cadena de valor (cultivos, riego, comercialización y demás). Es proveerles soluciones del inmediato al largo plazo. Implantar e implementar estrategias en dirección, búsqueda y procura del crecimiento de todos los intervinientes en este desarrollo, que de la mejor forma y manera debería apuntar a consolidar una sustentables, sostenible y bien cimentada agroindustria.
Es invadirnos de una visión y compromiso integral, soportados con políticas públicas coherentes con la intención de dejar atrás pasados infructuosos e impulsar un presente y futuro agropecuario y agroindustrial; no basarnos solo en producción de calidad, sino industrializarlos, agregarles valor, tener productos procesados para posicionarse en los mercados de la comunidad de naciones, con lo que se impulsa y potencia el desarrollo humano, social y el crecimiento económico de nuestros coterráneos dedicados a las labores d3el campo en toda su extensión y de los territorios en los que se encuentran.
Es algo que debe entrar a implementarse con prontitud, lo que requiere de inversión, adecuados incentivos y reformas productivas, que bien podrían gestionarse con APPs, inversión extranjera, capital local, cooperación internacional, banca oficial o privada, que con criterio técnico acompañe a los agricultores en todos los órdenes. Se trata que se les faciliten créditos, en la seguridad que se potenciará en gran medida un sustancial crecimiento y una superior calidad de vida de las personas involucradas. Es establecer las coordinaciones suficientes y necesarias que se requieren y necesitan en esta clase de objetivos y propósitos, como debe y tiene que ser. *Administrador de Empresas. Especializado y Magister en Gerencia Social