Blaicer Moreno Córdoba

Por: Blaicer Moreno Córdoba*

La presente campaña política en el municipio de Istmina, en el departamento del Chocó, nos ha permitido ver desde el otero de la honestidad, la sensatez y la sindéresis que merece por muchas razones ser Beymar Alexander Mosquera Borja, ser elegido Alcalde de este Municipio, ya que además de haber estructurado un Programa de Gobierno ajustado a las reales, importantes, prioritarias y urgentes como verdaderas necesidades y demandas poblacionales, tuvo en cuenta la idiosincrasia y sentir comunitario, que traducirse deben en sentido de pertenencia y empoderamiento, en vía a consolidar cohesión e integración social, al igual que en cultura y convivencia ciudadana mediante la puesta en situación de diferentes estrategias, que seguro estoy, dada la claridad de las mismas, más temprano que tarde y más pronto que después darán los positivos resultados requeridos para afianzar un Istmina a la medida del integral progreso que necesitan, claman y reclaman sus habitantes.

Ha demostrado Beymar Mosquera, con su ser, hacer y quehacer político, que es un candidato de primera condición, de esos que no hay duda merece ser elegido. Que no está definido por factores de competitividad equivocados. Que no ha desarrollado su campaña en virtud de dineros disponibles para financiar su gesta proselitista. Que no se está mostrando desde el marketing político, como un producto que tiene precio en una sociedad de consumo, sino que es una persona con valores excelsos. Que no está ayudado económicamente ni financiado por parte de terceras personas, las cuales sabemos que las más de las veces están vinculadas con actividades delictivas tales como narcotráfico, lavado de activos, testaferrato y demás otras, a los que se agregan la presión que ejercen los grupos al margen de la ley de distinta ideología, orientación política, naturaleza, origen y propósitos, quienes coaccionan la escogencia de candidatos para que, una vez en el poder, generen para ellos particulares beneficios.

No es Beymar Mosquera, un candidato que tenga atada su elección al dinero, en la certeza de no perder su libertad para gobernar en detrimento de los istmineños y su erario, para afectar bajo ninguna circunstancia la transparencia de su Administración, Gestión y Gerencia públicas; como tampoco para torpedear la realización de sus planes, proyectos, programas y obras, en la verdad que lo mueve, como debe y tiene que ser, focalizar y dirigir decidida y decisoriamente toda su atención a satisfacer las necesidades de la ciudadanía y comunidad, que espera y colaborar deben ser determinantes desde la participación activa, del desarrollo integral del municipio, departamento, región pacífica y país.

No es la de Beymar Mosquera, una aspiración y una campaña de compra para llegar al poder, puesto que no la concibe como un negocio o una rentable inversión económica, sino como un gana/gana para Istmina; toda vez que considera que actuar en contrario sentido de lo que significa gobernar bien y mejor es una práctica inadecuada construida para un pierde/pierde de la organización pública, la gobernabilidad, la gobernanza; y por ende, para los istmeños.

No será Beymar Mosquera, y de ello no le cabe la menor duda a quienes lo conocen y saben de sus actividades, calidades y cualidades personales, profesionales y humanas que será un gobernante que no perderá jamás ni nunca la libertad para gobernar en beneficio y aprovechamiento de Istmina, que bien lo merece, luego de casi medio siglo de incertidumbres y esperando su redención como municipio, lo que hasta hoy han sido fallidas ilusiones y esperanzas.

Importará que en escenario de reflexión se actúe con conciencia y cultura ciudadana para no entrar en ese peligroso, pernicioso y perverso juego suicida de «vender el voto»; y antes por el contrario, comprender que cuando se cumplen los deberes, resulta muy fácil satisfacer los derechos; razón por la que detrás de un derecho siempre habrá un deber. El voto es un derecho y un deber, así lo define nuestra Constitución Política. Vender el voto es perder el derecho, lo que debilita en materia grave la democracia, que, a decir de Winston Churchill, “…es el peor sistema de gobierno diseñado por el hombre. Con excepción de todos los demás”; y, merece en consecuencia que ayudemos a su fortalecimiento y profundización.

Preocupación y ocupación de Beymar Mosquera, será la búsqueda y procura permanente de soluciones con equilibrio social, para lo que se apoyará en un equipo de trabajo de orden multi, intra e interdisciplinario, articulado para crear una sólida cultura municipal de largo aliento, a fin que no pertenezca a los funcionarios de turno, sino a todos los ciudadanos y de paso crear costumbres y buenas prácticas de convivencia ciudadana, cohesión e integración social, pensando siempre en que el desarrollo integral de Istmina no puede estancarse por la falta de continuidad en los programas de gobierno, debiendo construirse sobre lo construido para así poder mostrar resultados concretos.

En dicho derrotero y consciente de la inmensa responsabilidad y compromiso que entrañaba ser candidato a la Primera Magistratura Municipal, Beymar Mosquera, en el entendido que no podía ser inferior a lo que significaba aspirar a ser Alcalde, lideró la conformación de su equipo inmediato de trabajo, con el que viene estudiando en detalle el plan de desarrollo vigente y los distintos programas liderados por la administración actual; evaluar los planes y programas del gobierno según la conformidad o inconformidad de los ciudadanos, así como los aspectos negativos municipales en los que la administración no trabajó o no mostró resultados positivos.

Con base en la evaluación general adelantada con su equipo de trabajo, definió y estructuró su Programa de Gobierno, acorde con las propias como reales necesidades municipales y demandas poblacionales, el cual viene presentando a la ciudadanía de manera personal, como a través de los medios de difusión; a la par que ha venido respondiendo a las inquietudes que manifiestan los ciudadanos sobre sus propuestas.

A decir de los más de los ciudadanos de Istmina, es esta una de las veces mejores en las que un candidato se ha presentado ante la ciudadanía y comunidad del municipio, sin imprevisiones, imprecisiones ni improvisaciones, fundamentado en lo que en esencia requiere el municipio de Istmina, quieren desean, claman, reclaman y anhelan los habitantes de esta unidad territorial, pendiente de convertirse de una vez por todas en tierra de promisión.

*Administrador de Empresas. Especializado en Proyectos de Desarrollo. Asesor y Consultor Político y Empresarial. amerlyng@gmail.com

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