Por: Carlos Flórez Sarmiento*

Bogotá, nuestra capital, como otras muchas ciudades del país, afronta graves desafíos en seguridad y convivencia, desempleo y sufre la reorganización y nueva organización de grupos de delincuencia común y organizada en número considerable, lo que llama a que sean atendidos tales a aspectos cabalmente en manera importante y urgente, a efecto de ponerle coto a su incremento, más que evidente desde hace ya algún tiempo, y además requieren de una muy ligada e integral coordinación Policía / Fiscalía y demás otras autoridades, a efecto de atacar desde su arraigo los factores que mayormente inciden en la inseguridad, así como el crimen en sí mismo, en dirección a alcanzar buenos y mejores resultados en beneficio colectivo, lo que es clamor ciudadano y comunitario.

Es reducir al máximo y en lo posible erradicar todas las manifestaciones delictivas, lo que debe tratarse desde un eficaz enfoque de acciones conjuntas principalmente entre Policía y Fiscalía, que lleve a neutralizar a los grupos delincuenciales estratégicamente priorizados. De la misma manera, atender en dimensión importante la extorsión, el hurto a comercios y residencias en lol que ayuda la participación ciudadana con sus frentes de seguridad y redes de cuidado, así como el registro obligatorio de rutas seguras para aminorar el hurto de bicicletas; así como combatir frontalmente el hurto violento en toda la ciudad y reforzar la seguridad en el servicio de TransMilenio.

Mas capacidades operativas faltan en la ciudad, lo mismo que de reacción y despliegue estratégico de las autoridades; así como atender igualmente, lo relacionado con automotores, motos y CAI móviles. Es enfrentar la delincuencia en la estrecha coordinación a que hemos hecho referencia, para que se ataquen a fondo los factores todos que inciden negativamente en la inseguridad y convivencia ciudadana de la capital, en lo que debe ayudar la formación de nuevos policías para que se aumente óptimamente el pie de fuerza que se necesita de manera importante y con urgencia suma en el Distrito Capital, así como la implantación de más cámaras para una mejor tarea en el sistema de vigilancia y seguimiento.

Conveniente igualmente, mejorar el acceso a la justicia, apoyar las disposiciones de la Ley de Seguridad Ciudadana, en cuya implementación importa sobremanera profundizar el trabajo con los jueces en todo su más amplio espectro. Es consolidar una política pública en dirección a priorizar seguridad ciudadana y convivencia, lo cual lleve a que la ciudadanía confie en las instituciones y denuncie, para contar con mejor información, en la verdad. Imperiosa por demás, que requerimos un grande acuerdo en torno a la seguridad como un propósito superior y en atención a ser ella un valor fundante de la democracia, en lo que cabe a todos trabajar con prisa y sin pausa en conjunto con todos los sectores, a fin de consolidar una capital mayormente segura, justa y conviviente.

*Abogado. Especializado en Derecho Administrativo. Magister en Seguridad. Ex Edil de Usaquén. Candidato al Concejo de Bogotá