Por: Saúl Alfonso Herrera Henríquez*
E.Mail.: saulherrera.h@gmail.com
Que importante fuese que todos a una apuntemos y vayamos en una misma dirección, en la certeza de ser una sociedad con metas comunes, pero que no logra que sus aspiraciones más esenciales avancen, dada la torpeza de ocuparnos en imponer nuestros puntos de vista frente a todos, en lo que se pierde tiempo valioso, ya que no se trata de discutir sobre temas irrelevantes, sino en solucionar los problemas que nos agobian, en lo que importa ser congruentes, no distraernos, velar por una superior seguridad, educación, servicios de salud y empleo, entre otros retos que siguen siendo asuntos pendientes y seguirán siendo de no establecerse los acuerdos para solucionarlos, en lo que importa que como ciudadanos, mancomunados con los gobiernos, establezcamos un movimiento organizado de unidad en torno a lo que compartimos y queremos.
No cabe en esto separaciones de ninguna índole, ya que todos seguimos sufriendo por los mismos problemas, sin encontrar soluciones concretas del corto al mediano plazo. No se trata tampoco de reaccionar por que sí ante cualquier hecho que evidencie error, sino animarnos a interactuar en beneficio colectivo, en la verdad que los problemas y los desafíos están ahí, persisten, acechan en medio de un entorno global que es determinante para el desarrollo de cualquier territorio, lo que de por sí es complejo; razón de peso para entender que siempre será más positivo ponernos de acuerdo que alejarnos unos de otros, cuando lo que importa y se impone es, además de combatir a brazo partido corrupción e impunidad, que cada uno de nosotros hagamos nuestra parte y aportemos nuestro mejor esfuerzo para construir mejores territorios.
Es ir tras equidad, igualdad y libertad, así como tras las obligaciones sociales que debemos cumplir como mayoría a favor de un bien común superior y colectivo, por encima de los intereses particulares de unos cuantos o de grupos, lo que excluye en oposición a lo incluyente, en el entendido y la comprensión que es la voluntad general la que permite a los ciudadanos tomar decisiones y acordar los pasos a seguir.
Estar de acuerdo en lo esencial para defenderlo siempre, aplicarnos en tales sentidos y estos principios en las actuales circunstancias y duros momentos que vivimos, nos garantizará poder asegurar que los que nos hace falta es un gran acuerdo (barrial, local, zonal, municipal, departamental, regional y nacional), para así, unidos en propósitos comunes, frenar los desmanes y el crimen organizado, mejorar la institucionalidad, debatir lo que importa y apuntar a generar progreso, en el convencimiento de ser una sociedad mejor de lo pensamos, lo que nos impone dar muestra que podemos alcanzar acuerdos para edificar nuestros territorios como deben ser, amparados no en sentimentalismos, sino en acciones que nos ayuden a recuperar el sentir que podemos crecer social, económica, cultural y ambientalmente, desarrollarnos en integridad y consolidar una comunidad con adecuados estándares de bienestar. *Abogado. Especializado en Gestión Pública