Por: José Manuel Herrera Villa*
En todos los campos y aspectos de la vida se impone trabajar con denuedo, bien y mejor, a efecto de alcanzar resultados positivos, y no evadir lo cual poniendo el trabajo en entredicho, lo que llevará sin duda a crisis. Se trata es de trabajar por y para alcanzar logros, realizaciones, resultados, por y para concebir avances y ser mejores día tras día. Sumar capacidades, primeras condiciones, empuje, esfuerzos, preparación, conocimiento, saberes, experticias, pericia, reflejar públicamente que hay y se tiene confianza en lo que se hace y respecto de los dirigidos. Procurar mejorar de manera permanente y continua. Modificar lo obsoleto. Lo que no funcione. Aportar ideas e iniciativas. Intuir. Crear, Innovar. Buscar y procura ser siempre bueno y mejor, para ser merecedor de méritos.
Requeridos estamos, como una sociedad que quiere progresar, de personas prestas y dispuestas a darlo todo en, por y para el trabajo. Sin personalidad evitativa. Bien sabemos que todo individuo tiene su propia personalidad, única y distintiva. La forma en que nos comportamos y nos relacionamos con los demás está influenciada por una combinación de factores genéticos y ambientales. La personalidad evitativa se caracteriza por una tendencia a evitar problemas y a inhibir la conducta para evitar posibles consecuencias negativas. Suelen ser sensibles, discretas y corteses, con baja autoestima e indecisión que las lleva a buscar constantemente la aprobación externa y el apoyo de los demás para tomar decisiones, al tiempo que prefieren la rutina y se sienten incómodas ante las novedades, lo que limita su capacidad de adaptación a nuevos escenarios o situaciones.
En lo social las personas evitativas suelen sentirse incapaces e inferiores, evitando el contacto con desconocidos o grandes grupos de personas. Tienen un grupo restringido de relaciones y valoran la intimidad con amigos y familiares. Preferencia esta que les brinda cierta sensación de seguridad y comodidad. Evitar situaciones de ansiedad es una estrategia que las personas con esta clase de personalidad utilizan para buscar tranquilidad y evitar el miedo a enfrentar retos, lo que es un mecanismo que a la postre se convierte en un obstáculo para su crecimiento personal y emocional. Suele surgir esta personalidad de diferentes experiencias en la vida de una persona, tales como situaciones de aislamiento o marginación, así como experiencias de abuso o vergüenza, eventos que generan además miedo al rechazo y llevar a la persona a evitar cualquier situación que pueda exponerla a posibles críticas o juicios negativos.
Es en todo caso una condición grave y limitante que se caracteriza por un patrón de comportamiento inhibido, baja autoestima, temor al rechazo y evitación de relaciones interpersonales, que lleva a la hipervigilancia y la la desconfianza, rechazo al contacto físico, así como evitar asumir compromisos y responsabilidades. Requiere esta clase de personalidad de diagnóstico profesional, de tratamiento terapéutico especializado, ya que estas personas experimentan un profundo malestar emocional y dificultades en su vida diaria, por lo que es fundamental buscar apoyo y orientación profesional para abordar tales dificultades.
*Profesional en Administración y Finanzas. Especializado en Auditoría Integral. Proyectos de Desarrollo.