Por: Lourdes Margarita Guerrero Pavajeau*

En mi humilde concepto bla, bla, es hablar mucho con poca profundidad, prácticamente, sin decir nada. Estamos abocados a este tiempo con algunas personas, medios de comunicación y redes sociales.

A diario vemos y escuchamos en redes, noticieros, independientes, publicaciones mentirosas, verdades a medias y eventos negativos dando relevancia a la confrontación, convirtiendo el país en un ring con ánimo de desacreditar toda decisión y actuación del gobierno actual.

Un evento bla, bla, considero el pedido, por algunos congresistas, de un “examen médico” para el presidente Gustavo Petro dudando de sus capacidades intelectuales, lo que, a mi parecer, está fuera de toda lógica, ya que, si el mandatario tiene problema alguno, es el de “tener el país y el mundo en su cabeza”, con alocuciones inéditas en Colombia de gran claridad mental, cosa que no soporta la oposición tomando la acción de criticar sin argumentos, como la del pasado veinte de julio, en la instalación de la nueva legislatura, el electo presidente del senado, señor Ivan Name, explicó, creo que dolosamente, “en las intervenciones no habrá límite de tiempo”, mostrando un dejo irónico que será el tiempo del bla, bla, ya que, sin cronómetro, el estudio de normas y situaciones del país se convertirán en un debate de opinión de los congresistas, sin fin, en donde nada se resolverá, repito, solo será bla, bla, contando el país con demasiado presidente pero poco y pobre gobierno en el congreso y las cortes.

Adicional, no hay que ser periodista ni político, ni haber estudiado diferentes profesiones para analizar y entender que este planeta es y será producto del uso que los humanos hacemos de él. Ayer nuestros antepasados y hoy nosotros, hemos contribuido al deterioro del ambiente como la capa de ozono que nos tiene en “ebullición mundial”, con consecuencias desastrosas dicen los científicos, lo que fue corroborado, recientemente, por el Secretario de la ONU y muchos siguen creyendo que es bla, bla.

Por todo esto, es hora de pensar en ser solución no problema ya que con evidencias a mano, hay quienes parecen dejar de lado la ciencia expresando frases que muestran ignorancia y burla, como el caso de la senadora María Fernanda Cabal, al expresar irónicamente, también el 20 de julio, en la intervención de la oposición, “señor presidente, el mundo no se va a acabar”; posiblemente no ocurra pronto pero si no decimos, “alto”, es hora de restaurar el planeta, se transformará y será invivible para futuras generaciones. La ciencia y el diario vivir nos muestran el cambio climático con deshielo de los glaciales, sensaciones térmicas a más de cuarenta grados con el trópico hirviendo, huracanes, tormentas de nieve en invierno y más.

Insisto, es hora de dejar el bla, bla y aceptar opciones de solución en lo político y lo ambiental, como, entre otras, la recuperación de la amazonía, pulmón del mundo. Creer que el hombre no se extinguirá es incierto pero no imposible, en la historia de los seres vivos, han desaparecido muchas especies, lo hicieron los dinosaurios y los mamuts con toneladas de peso y piel resistente, ¿por qué no hacerlo el hombre, cuando somos unas hormiguitas, frente a las especies extinguidas?

*Publicista. Filósofa. Conferencista. Laureada Poetisa y Narradora colombiana. Docente Universitaria ambalu2003@gmail.com