Por: Juan Martín Murillo*
Recientemente, se ha identificado una modalidad de estafa en la cual se hacen pasar por un asesor de ‘call center’. Conozca como es su modus operandi. Las llamadas extraña, al parecer, se ha vuelto algo muy recurrente, por los menos, en la ciudad de Bogotá, por parte de supuestos call centers que les ofrecen a las personas planes de datos, beneficios en tarjetas de crédito, que alertan de presuntas multas por falta de pago en algunos servicios u otros a los que les ofrecen viajes de ensueño por precios muy bajos.
Si usted ha recibido alguna de estas llamadas, tenga la plena seguridad que estuvo a punto de ser víctima de una estafa o, quizá, alcanzó a caer y le sustrajeron en cuestión de minutos todo el dinero de sus cuentas bancarias o productos financieros digitales.
Y aunque pareciera que son simple labor en la que los delincuentes solo buscan pescar ciudadanos incautos, lo cierto es que hay todo una estructura criminal detrás de estas llamadas, protocolos que los ladrones siguen al pie de la letra, disponiendo, incluso, de un libreto escrito en el que les dice a los nuevos ‘agentes del call center’ criminales qué es los que deben decir para que se escuchen creíbles a la hora de cometer estos hurtos por vía telefónica.
Se pudo acceder a documentos de investigaciones de inteligencia desarrolladas por la Policía Metropolitana de Bogotá, en la que se evidencian tres tipos de libretos que están utilizando los criminales para realizar estos robos. Lo primero que el ladrón intentará hacer es establecer una relación de cordialidad con la víctima. “Buenas tardes, usted se encuentra comunicado con (nombre inventado) supervisor de carga del área de despacho del aeropuerto (nombre del aeropuerto de la ciudad). El motivo de mi llamada es para preguntarle si usted está esperando un paquete”, dice el primer párrafo del diálogo.
Mientras esto pasa, los criminales están intentando ingresar a todos los datos de su teléfono celular, previamente, ya han logrado obtener de bases de datos piratas la información de las personas que, efectivamente, están esperando algún paquete. ¿Puede corroborar el nombre de la persona que le hizo el envío? le dirá el supuesto asesor e inmediatamente le confirmará que ya tiene el nombre de quien realizó la encomienda para preguntarle después sobre el contenido del paquete.
Si la respuesta de la víctima es no, el falso asesor le responderá: “no se preocupe, voy a pasarle a informarle, como es mi deber cuando llega un paquete a territorio nacional. Lo primero que debo decirle es que cuando su paquete llegó fue verificado por algunos sistemas de seguridad que exigen la mayoría de aeropuertos internacionales”, en este punto, lo que busca el criminal es intimidar a la víctima con la supuesta comisión de un hecho delictivo o irregular.
El libreto sigue. “Pasó por la banda de seguridad del Scanner y los rayos x y al resolver estos sistemas de seguridad nos percatamos que allí traía unos equipos de tecnología como los son: cuatro celulares, dos tabletas, cinco computadores portátiles, siete lociones y dos relojes”. La lista de elementos puede variar de acuerdo a lo que la persona realmente haya pedido y que sea coherente con el rastreo de la víctima que previamente ya los criminales han realizado.
Si llegaron hasta este punto quiere decir que los estafadores pudieron establecer una conexión con la víctima y pasarán a decirle que no hay nada malo con el paquete que tienen esperando en el aeropuerto, pero que hay que revisar temas aduaneros y fiscales. “Cada producto tiene su factura de pago y no hay problema con la procedencia de los artículos. Lo único es que si hay una anomalía en el boleto de envío porque la persona que lo mandó declaró que eran artículos familiares y cuando se realizó la verificación se evidenció que el paquete superó el monto de libre comercio permitido en nuestro país que es de 3.700 dólares”.
En esta fase de la llamada es cuando comienza la estafa. «No sé si usted tenga conocimiento, pero después de que se supera el monto permitido se debe declarar o sino, se calificará como una evasión de impuestos por tratarse de contrabando». A posteriori, le dirán que debe pagar una multa que no supera los dos millones de pesos y que debe hacerlo de manera inmediata, o sino su proceso ingresará a un cobro jurídico emitido por ‘la aduana’ en el que le embargarán todos los bienes que tenga en su poder, por tratarse de un caso de sospecha de contrabando.
Enseguida, el supuesto agente de call center, aprovechándose del miedo que habrá infundado en usted le dirá que si quiere que el proceso sea más rápido y su paquete pueda llegar a su casa, deberá enviar vía mensaje de WhatsApp fotocopia de su documento y dirección y datos de ubicación de su lugar de vivienda; además del comprobante de pago de la multa que deberá ser girado a la cuenta del “delegado de formatos de importación del agente aduanero”.
Aunque pareciera increíble, son cientos los bogotanos y colombianos que han caído bajo esta modalidad de estafa que también se ha hecho usando el nombre de empresas muy reconocidas de envíos, servicios telefónicos, mensajería express, entidades del Estado o el Distrito o agencias de turismo. Lo sorprendente, dicen las mismas autoridades, es que el 66 % de estas estafas se hacen desde centros carcelarios en todo el país.
*Periodista. Investigador. Columnista. Tomado de Portafolio, con información de El Tiempo – Bogotá