Por: José Manuel Herrera Villa*
Varios muy bien soportados estudios revelan hoy que alrededor de 20 millones de empleos se encuentran en riesgo de desaparecer en el próximo lustro, como consecuencia de la digitalización. Desde que la tecnología apareció en el orbe hace ya varias décadas, no ha parado de evolucionar un instante, imponiendo siempre el desafío de estarse reinventando a las distintas generaciones que la han vivido (y hasta padecido). Esto con el fin de no quedarse rezagados, toda vez que en la medida que avanza su desarrollo, así mismo avanzan las exigencias del mercado, lo que obliga ponerse a tono en tal dirección.
Esta dinámica hace que el cambio en las tendencias de empleabilidad para el porvenir sea un tema de interés para la mayoría de líderes, y para que los directivos se pongan a la vanguardia en las necesidades del mercado laboral; más, por cuanto cuentan con el desafío constante de hacer que las transformaciones e innovaciones no solo aporten a los procesos, sino que también respondan a las dinámicas del mundo de hoy. De otra parte, se afirma también que cerca de 20 millones de empleos podrían desaparecer, además de la digitalización, por la automatización, lo que demuestra que los cambios no dejan ni van a dejar de aparecer.
Impone lo dicho que quienes se proyectan como líderes, deben anticiparse a las dinámicas del mercado, estar en la capacidad de responder oportunamente a los cambios de hábitos y necesidades debiéndose tomar posiciones de iniciativa enfocadas a temas de innovación y creatividad, y estimularlas en la medida que las organizaciones entiendan que el mundo cambió adaptarse deben a los retos y dinámicas actuales.
Decir innovación empresarial, no solo hace referencia al manejo y aplicación de nuevas tecnologías y herramientas para el funcionamiento estructural de una organización, sino además, alinear la eficiencia de los procesos con la capacidad del equipo de trabajo, para saber aprovechar estos recursos y focalizarlos a las acciones estratégicas que se necesitan para el logro de los objetivos propuestos; ya que la capacidad de salir de la zona de comodidad, exponerse a desafíos nuevos como diferentes, lleva a tener una mirada abierta a lo desconocido y desarrollar una visión importante de los asuntos para no quedarse solo en responder a una necesidad.
Hoy las organizaciones se han visto en la necesidad de ajustar su manera de trabajar, donde el cambio de hábitos, procesos y formas de interactuar, obligaron a los líderes a hacer uso de un pensamiento disruptivo e innovador, permitiendo de esta manera desarrollar nuevas formas de llegar al mercado y conectarse con las nuevas necesidades del mundo actual, donde la tecnología ha sido clave, con lo cual se ha fortalecido la digitalización, disminuyendo de esta forma la necesidad de mano de obra.
Gran fundamento y soporte de la innovación es la capacidad de ver las situaciones desde diferentes puntos de vista y capitalizar las inteligencias colectivas, porque cuando se tienen diferencias de género, cultura y generación, la capacidad de innovar se ve impactada de manera positiva. No se trata de innovar por innovar, razón por la que las organizaciones deben mantenerse siempre con un valor único frente a las nuevas tendencias y cambios orgánicos que traen las sociedades. Así las cosas, es necesario que los profesionales de hoy estén alertas a los cambios que siempre tiene el mercado laboral en el mundo y los retos que la tecnología está poniendo sobre el camino, con el fin de no quedarse atrás y mantenerse activos y atractivos y apetecidos en ese contexto.
José Manuel Herrera Villa. jomahevi@gmail.com Profesional en Administración y Finanzas. Especializado en Auditoría Integral. Formulación y Evaluación de Proyectos de Desarrollo.