Por: Iván Meneses.
Hace días, publiqué una nota en este medio que respecta la problemática que atraviesa el corregimiento de Zapatosa, Cesar, por la creciente y desbordamiento de su Ciénaga que lleva el mismo nombre.
Ahora se le suma el taponamiento de este complejo cenagoso, el cual afecta a la ganadería y a la pesca, como puntualice en la pasada nota. Con el pasar de los días, la Ciénaga se ha vestido de verde a causa de las millones de Tarullas que la cubren, impidiendo la libre movilización de los pescadores en sus Canoas, e impidiendo también que ellos lancen sus redes para pescar. Éstas se quedan enredadas en las Tarullas o tapones, perjudicando así la faena de pesca y dejando a las familias que viven de esta sin sus sustento diario.
Algunas especies piscícola se alimentan de estas plantas acuáticas, esto hace que crezcan y se reproduzcan rápidamente. Pero a la vez como ya lo mencioné, perjudica a las familias que se dedican a este oficio. Según me manifestó el señor Jaiver Pérez Machado, habitante de esta población en una entrevista vía whatsapp, el taponamiento del espejo de agua dulce es una bendición de parte de Dios, porque así aumentarán los peces y con ellos su producción. Además añadió el señor Pérez Machado que la Ciénaga necesita un descanso, un respiro para poder dar frutos.
“Las Tarullas son buenas porque cuando se secan podemos hacer con ellas mochilas y otros objetos artesanales. Es triste darnos cuenta que no vemos el lado positivo, de las cosas negativas”, finalizó Jaiver Pérez.
Funcionarios de la Corporación regional del Cesar (Corpocesar), afirmaron en días pasados a medios de comunicación regional, que “la Ciénaga de Zapatosa está limpia, libre de Tarullas y que los pescadores están ejerciendo su oficio sin problema, y precisaron que a las Tarullas se las llevó la brisa hacía el río Magdalena”.
Los habitantes del corregimiento de Zapatosa desmienten esta versión, porque a esa población NO ha llegado ni un funcionario de Corpocesar a mirar el complejo cenagoso, y hacen una invitación al gobernador del Cesar, Luis Alberto Monsalvo, al alcalde del municipio de Tamalameque, Luis Lascarro, a Corpocesar y al gobierno nacional, a que visiten a ZAPATOSA y se reúnan con los pescadores y demás habitantes para que vean y escuchen los problemas ambientes que están atravesando, cuyos afectados son principalmente los niños y adultos mayores, por las aguas putrefactas que vierten las alcantarillas del corregimiento a la Ciénaga, de donde a diario sus habilidades utilizan sus aguas para asearse y beberla, a través de pozos artesanales y de los acueductos, ya que de ellos NO sale agua potable.
El alcantarillado es otro problema que no deja tranquilos a los Zapatoseros.