SAÚL ALFONSO HERRERA HENRÍQUEZ

Por: Saúl Alfonso Herrera Henríquez*

Demostrado está a través de los tiempos que la comunicación en materia de seguridad, ante situaciones de crisis es eminentemente esencial para lograr traducir crisis en oportunidad, así como para lograr de igual manera mantener la confianza con las audiencias de interés; ya que la transparencia y el oportuno manejo de la información, es de suyo fundamental para dicha transformación, vital lo cual, toda vez que bajo la consideración que en toda crisis debe darse respuesta a situaciones graves, preocupantes e inesperadas, al tiempo que debe buscarse a todo trance minimizar en mucho el impacto negativo de lo sucedido en ellas.

Debe contarse para alcanzar resultados positivos al respecto, contar con la sindéresis necesaria que lo permita, con definidos procedimientos, que establezcan rutas críticas ante este tipo de acontecimientos; no obstante saberse de antemano que sin embargo tales previsiones, hay situaciones que rebasan cualquier escenario o cualquier planeación.

Debe entenderse que en las situaciones de crisis, y más cuando se enfrenten escenarios poco previsibles, debe acudirse a hacer claridad lo más posible en los hechos que la ocasionaron, informar de la misma manera, no permitir que tales situaciones se intenten aprovechar por unos y otros para crear cortinas de humo, que permitan armar estrategias de defensa legal, y sembrar incertidumbre, lo que termina por ahondar las crisis.

Grave es en esto de las crisis la falta de información con versiones veraces, y menos que se intenten reconstruir los hechos para explicar lo inexplicable o defender lo indefendible, evidenciando que cuando no hay trasparencia, y se carece de información, las crisis no son manejables, y los daños puedes ser graves, irreversibles e irremediables, lo que se traduce en pérdida de confianza, y un deterioro de la imagen de las autoridades implicadas.

El manejo de las crisis hace necesario sobremanera contar con un equipo de expertos, que día con días recopile y analice información, más allá de una reunión diaria de seguridad, que desahogue los temas coyunturales cotidianos y se tenga siempre en cuenta, como arriba anotamos, que la comunicación en materia de seguridad, ante situaciones de crisis es fundamental para lograr traducirlas en oportunidad, lo que además de conveniente es definitivo.

*Abogado. Columnista. Especializado en Gestión Pública. Derecho Administrativo y Contractual. Magister en Derecho Público. saulherrera.h@gmail.com

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