Por: Uriel Ortiz Soto (*)

Hay que felicitar al señor Presidente Duque y a su vicepresidenta doctora Marta Lucía Ramírez, por el sentido humanitario y de ayuda a las personas y comunidades más afectadas por la pandemia del covid 19.

Si no fuera por la interpretación humanitaria y personal, que ha puesto el alto gobierno a la pandemia covid 19, estoy absolutamente seguro, que nuestro País, se encontraría al borde del abismo.

La pandemia originada por el Covid 19, nos ha servido para ser más disciplinados en la forma de actuar y de ser, cuando se presentan situaciones que a todos nos compete enfrentar.

Es entendido que a partir del primero de septiembre, entramos en la etapa de recuperación económica y selectiva, desde luego, que siguiendo las instrucciones de las autoridades: usando tapabocas, lavado de manos, distanciamiento entre personas y estar muy atentos a ejercer control, cuando existan sospechas del covid 19 en forma personal o en nuestros alrededores.

Generar responsabilidades individuales y colectivas, no es nada fácil, especialmente en un País que como el nuestro, que estamos acostumbrados a generar caos y zozobra frente a situaciones que se presentan de imprevisto,  echándole la culpa a nuestros gobernantes.

Ha sido realmente una situación difícil de enfrentar, pero que gracias a las medidas que se han adoptado, muchas de ellas a costos bastante altos para la economía y bienestar social de los colombianos, todo indica que vamos saliendo y la curva epidemiológica va cediendo.

Las campañas tan arduas que se han librado para hacer cumplir la cuarentena, quedarán en la memoria de todos los colombianos y ante cualquier otra circunstancia, que se presente en el futuro, por grave que sea, ya conocemos los caminos que conducen para enfrentarla. 

Ante cualquier emergencia de tipo social  o económica, donde en términos generales, toda la población es protagonista activa, lo más importante es generar responsabilidades individuales y colectivas.

Estas responsabilidades no son más que la generación de conciencia, para que las personas las ejerzan dentro y fuera de sus áreas de su vida cotidiana y colectiva.

Es muy importante, que a partir del primero de septiembre, haya empezado la reactivación en firme de nuestra economía en todos sus frentes y modalidades, hay que aceptar que todos hemos sufrido en mayor o menor grado los rigores de la cuarentena originada por el covid 19.

Gracias a todas las medidas que se han implementado, es que la ciudadanía ha tomado conciencia y por lo tanto nada más conveniente,  dejar que cada quién asuma sus propias responsabilidades individuales o colectivas.

Con toda la pedagogía que se ha venido haciendo, es apenas lógico que el ciudadano ya ha tomado conciencia de cómo debe comportase en todo momento, con el fin de evitar el contagio.

Llevamos más de cinco meses experimentando la cuarentena, cambiando de parecer con alguna frecuencia y el coronavirus vivito y coleando, provocando todo tipo de tragedias y zozobras, tanto en el gobierno, como en la ciudadanía en general.

Sin embargo, no hay que desestimar toda la pedagogía que desde hace varios meses en las horas de la noche, viene implementando el presidente Duque y la vicepresidenta Marta Lucía Ramírez, que asesorados por grupo de profesionales expertos en la materia, hacen las recomendaciones del caso.

Por consiguiente, las responsabilidades individuales y colectivas, están más que claras en la conciencia de todos los colombianos, por eso, quienes han tenido el infortunio de cerrar sus establecimientos comerciales e industriales durante este tiempo, ahora tienen la suficiente conciencia individual o colectiva, para proceder a su reapertura, teniendo en cuenta los protocolos expedidos por las autoridades correspondientes.

 Lo más grave, es que además de las miles de vidas que se han perdido, sino la economía de nuestro País que se encuentra tan maltrecha, – que tomará años  para recuperarse de los bajonazos producidos por la pandemia-, es conveniente escuchar a los expertos de cada caso en particular, para no ir por el camino de las improvisaciones.

Ha sido dramático, ver a miles de pequeños y medianos productores e industriales, en todas las ciudades del País, pidiendo a gritos, se les permita trabajar; como consecuencia lógica de todas estas prohibiciones, son miles las pequeñas y medianas empresas, que se han visto obligadas a suspender sus actividades, muchas de ellas en forma indefinida. 

Esto quiere decir, que el desempleo, todos los días está en crecimiento, son miles los hogares que se encuentran padeciendo física hambre como consecuencia de la pandemia del covid 19, que no obstante todas las medidas adoptadas, continúa vivito y coleando, pero es indispensable seguir generando responsabilidades individuales y colectivas, con el fin de hacerle frente desde nuestras propios frentes de residencia y empleo. urielos@telmex.net.co

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