Por: Uriel Ortiz Soto (*)

Para hablar de reactivación económica, invito con el debido respeto, a quienes en medio de las tres pandemias que actualmente azotan al País: – corrupción, paro sindical y Covid 19-, lo han perdido todo-, para que se suban al mirador de las circunstancias, a divisar desde allí, el mausoleo de las miles de pequeñas y medianas empresas, que han sucumbido en medio de estas tres pandemias, cuál de las tres peores y difíciles de acabar, con el fin de adoptar soluciones.

No olvidar que toda empresa, está sostenida y regulada por dos factores fundamentales: Recursos humanos y Recursos Naturales, que unidos, dan consistencia a su desarrollo, para su conformación legal y jurídica.  

Traigo este tema a colación, puesto que desde las perspectivas de comunidad y desarrollo, muchas de estas empresas aún  continúan con vida, con posibilidades de hacerles un proceso de reingeniería, para que se reactiven y sigan adelante.

En estos momentos de crisis, cuando aún: la corrupción, el paro sindical  continúan haciendo de las suyas, y la pandemia Covid 19, causando estragos por doquier, hablar de reactivación económica,  a la topa tolondra, es casi que un adefesio.

Sin embargo, hay que aplaudir y felicitar a quienes así piensan, mostrándoles caminos de recuperación, que estén ajustados a la realidad, social, económica y política, que actualmente vive el País, en medio de estas tres pandemias:

La corrupción, como lo he dicho en columnas anteriores, está incrustada en casi todas las empresas públicas y privadas, manejadas por un personaje nefasto, llamado: don corrupto, que a donde llega, va con el bastón de mando marca: C.V.Y (cómo voy yo) quién le incumpla, queda expuesto a perder el empleo, o fácilmente, le montan una denuncia temeraria, para llevarlo a la cárcel.

El paro, promovido por los sindicatos, – que va a completar mes y ocho días-, pareciera que sus dirigentes, no han entendido la misión constitucional, que sobre el derecho de asociación, define el artículo 38 de la Constitución Política de Colombia, en el sentido que estos organismos sindicales, no deben extralimitarse en sus funciones y sus protestas,  jamás pueden tener carácter indefinido. Sin embargo, hemos visto cómo las protestas sindicales continúan, provocando toda clase de desmanes, con heridos, muertos, desaparecidos, daños y saqueos a empresas públicas y privadas.

Por esta causa, muchas de sus acciones ya perdieron el fuero sindical y pisado predios penales, que esperamos los organismos de control actúen con mayor diligencia, para someter a estos criminales y llevarlos a la cárcel.

El Covid 19, que cogió al mundo con los pantalones abajo, está causando muertes por doquier y las cuarentenas impuestas con justificada razón por las autoridades, han terminado de agravar la situación laboral de miles de empresas, que se han visto obligadas a licenciar a sus empleados.

Esperamos pues, que la reactivación económica, parta de signos positivos de supervivencia, como cuando los náufragos en su último momento de vida sacan la mano, pidiendo el auxilio de una mano salvadora.

urielos@telmex.net.co

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