JOSÉ MANUEL HERRERA BRITO

Por: José Manuel Herrera Brito

Todos deberíamos predicar un poco más con el ejemplo, sobre todos quienes desde la administración pública y la política son los encargados de conducirnos por los mejores caminos, Nuestros gobernantes y políticos deben siempre predicar con el ejemplo, preñar de lo cual todas sus actividades, acciones, obras, labores, realizaciones en contexto de apoyar a sus gobernados y seguidores, lo que es causa y oportunidad estupenda para salir avante como pueblo y territorio.

Predicar con el ejemplo es ser coherente entre lo que se piensa, dice y hace, a veces, por no decir que normalmente, puede ser lo cual una de las cosas más complicadas de hacer en la vida en general y, en particular como líderes. Sin embargo, creo que, si se tuviera que reducir a una las características que todo líder debería tener, sería la de ser coherente y predicar con el ejemplo, que igual traduce ser íntegro, ser capaz de elegir el coraje por encima de lo cómodo, lo que es lo correcto por encima de lo que es divertido, rápido o fácil, poner en práctica lo que tanto se predica.

Importa e importará siempre en esto de predicar con el ejemplo, una cultura de compromiso y empoderamiento, hacer frente a desafíos y obstáculos, saber que es importante generar motivación, misma que se relaciona directamente con el ejemplo y es lo que llamamos congruencia.

Ofrecer un ejemplo correcto es mostrar aquello que se espera de sus dirigidos en todos los sentidos posibles, alinear los valores con los de propios, compartir los éxitos sin apropiarse de ellos, practicar la escucha, compartir los objetivos de mediano y largo plazo, aceptar los errores, alimentar la inspiración, ser coherente, preguntar en caso de duda.

Ayuda en esto de predicar con el ejemplo, que las personas con papeles de liderazgo no solo puedan mantenerse en el camino hacia un objetivo común, sino también hacer que ese objetivo sea compartido por todas las personas involucradas, en lo que necesario es establecer prioridades para ayudar a predicar con el ejemplo, que como dice Boyce, primero es tener las mismas o mejores expectativas de desempeño que tengo para mi mismo como para quienes lidero, modelar y vivir la actitud y los comportamientos que quiero en los míos; y, ser agradecido cuando el equipo demuestra desempeño, esfuerzo y compromiso; mostrar a los míos que tengo integridad,; involucrarme de llenos con los míos; establecer la vulnerabilidad para ayudar a mejorar culturalmente; ya que predicar con el ejemplo puede ser un enfoque multifacético para construir mejores personas en papeles de liderazgo que estén personalmente comprometidas tanto con su propio crecimiento como con el crecimiento de los suyos, lo que arrojará resultados excepcionales. saramara7@gmail.com

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