Rafael Robles Solano

Por: Rafael Robles Solano*

Asistimos a una vieja práctica promovida por las castas políticas tradicionales y sus colectivos aliados, la cual consiste delegar sus curules cuando se encuentran impedidos o salpicados por investigaciones judiciales o imputaciones de las autoridades disciplinarias de vigilancia y control, para resultar refugiándose y valiéndose de las diferentes clases de parentesco que existen en Colombia, o sea, entre sus familiares consanguíneos, de afinidad o civiles.

Se basan en el ardid interpretativo de que en el país no existen los denominados delitos de sangre, lo cual, si bien es muy cierto, no significa que el hecho de poder recurrir a dichos parentescos, sea éticamente correcto. Veamos algunas de las razones que sustentan lo expuesto. Con el alto índice de las múltiples investigaciones administrativas, fiscales, disciplinarias y judiciales que actualmente se acometen por parte de nuestras autoridades, resultantes de las denuncias que por corrupción se adelantan y ventilan en todos los niveles del Estado, la mayoría de los congresistas involucrados, optan por declinar sus aspiraciones reeleccionistas, sin embargo, no renuncian a las pretensiones e influencias resultantes del enorme poder político, económico y social del que gozan.  Para lo anterior, recurren a postular para dichas curules, a sus familiares y parientes consanguíneos, de afinidad o civiles, con lo que consiguen resucitar en lo que se conoce popularmente como congresistas en cuerpos ajenos. Configurando una vulgar burla al sentido práctico del ejercicio democrático, porque terminan monopolizando la burocracia estatal y ejerciendo las conocidas mañas de nepotismo descarado, al vincular y nombrar en los principales cargos y demás instituciones de la administración nacional, departamental, municipal, diplomático, etc., a sus allegados, situación que claramente contribuye a perpetuar los altos niveles de corrupción y de impunidad que tanto se reclaman ahora por la sociedad colombiana.  

De lo anterior, es que con ocasión de las reiteradas protestas sociales que venimos afrontando, se le está pidiendo a los electores, especialmente a los jóvenes, su compromiso para romper con este servil y cómplice estado de manipulaciones electorales.

Entonces y resumiendo, nos hallamos frente a una especial coyuntura histórica, que debemos aprovechar lo mejor posible, para deponer y acabar con dichas prácticas corruptas y nefastas para el bien de la democracia y del Estado mismo.  De ahí que muchos de los articulistas y comentaristas serios, que aún no están sometidos al poder gobernante impuesto por los medios de comunicación al servicio del establecimiento, que levantan sus voces para no callar sus cuestionamientos contra el estado de abusos institucionales que por causa de los corruptos estamos observando y soportando estoicamente desde hace décadas, y que con esa intención se vienen manifestando y pronunciando en el sentido de alertar y de pedir responsabilidad patriótica a los electores y especialmente, a las enormes masas de abstencionistas, que siguen haciendo el juego y facilitando con su falta de participación que los políticos corruptos, continúen dominando las curules de la Cámara de Representantes y del Senado, impidiendo que se logre depurar al congreso en las elecciones que se avecinan. 

Secretario Ejecutivo LIDERESOCIAL. lideresocial@hotmail.com.co 

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