Por: Rubén Darío Ceballos Mendoza*
Política y gobierno deben buscar siempre promover e indicar los caminos mejores para superar las necesidades superiormente relevantes de la población, a efecto de intentar responderlas en tiempo con ejecuciones sólidas y robustas. La política hay que hacerla útil para muchas cosas, entre ellas para expresarnos, hacer escuchar nuestras voces, las voces de los cientos, miles y millones de personas que usualmente no somos escuchados, y que normalmente, hemos debido esperar a que nuestros representantes hablen por nosotros, aspecto en el que los medios tradicionales de difusión también tienen su cuota de culpa, al no haber dado cabida a las voces de las grandes mayorías.
Hacerla útil para empoderarnos de nuestros destinos, dejar de ser pasivos y pasar a ser ciudadanos democráticamente activos; utilizando las diversas herramientas e instrumentos legales y asociativos que tenemos a nuestra disposición para decidir, actuar, incidir y exigir en derecho. Educarnos como ciudadanos en la historia de nuestro territorio, involucrarnos en los temas que nos atañen y tocan a nuestras familias, apropiarnos de nuestros espacios públicos, de los bienes comunes que nos pertenecen, y que, por comodidad, dejadez, o necedad, hemos abandonado; para conocer nuestros derechos, obligaciones, cumplirlos y exigirlos como correspondería de no ser atendidos. De igual y definitiva manera, para ser mejores personas, habitantes, vecinos y ciudadanos en contexto de civilidad y cohesión social.
Es la política el proceso por el que las personas deciden cómo vivir juntas; y el gobierno, el sistema utilizado para tomar las decisiones, ya que en una democracia todos tenemos el mismo derecho a opinar, y las decisiones se toman mediante el debate y la votación, razón por la que obligados estaríamos a aprender sobre la práctica de la política democrática a través de la participación activa, que no solo es elegir y ser elegido. Es también la política, el conjunto de actividades que se asocian con la toma de decisiones en grupo, u otras formas de relaciones de poder entre individuos, como la distribución de recursos o el estatus. Igualmente el arte, doctrina o práctica referente al gobierno de los Estados, promoviendo la participación ciudadana al poseer la capacidad de distribuir y ejecutar el poder según sea necesario para garantizar el bien común en la sociedad.
La política también puede usarse positivamente con el argumento de una solución política comprometedora sin violencia, o como el arte o la ciencia del gobierno. Es la ciencia del poder y la capacidad de una persona o un grupo de personas de influir sobre la voluntad de los demás aun estando en contra de su propia voluntad. Se implementan en ella una variedad de métodos, que incluyen promover las propias opiniones políticas entre las personas, negociar con otros sujetos políticos, hacer leyes y ejercer la fuerza, incluida la guerra contra los adversarios; y, se ejerce en una amplia gama de niveles sociales, desde clanes y tribus de sociedades tradicionales, pasando por gobiernos locales, empresas, instituciones modernas y estados soberanos, hasta el nivel internacional. En los estados nacionales modernos, la gente a menudo forma partidos políticos para representar sus ideas.
De otra parte, gobierno, en el contexto del Estado moderno, se refiere al conjunto de órganos a los que institucionalmente les está confiado el ejercicio del poder político; y, se le define como órgano superior del poder ejecutivo de un Estado o de una comunidad política, constituido por el presidente y los ministros o consejeros; por lo tanto, es ese conjunto de instituciones e individuos que se encargan de administrar y dirigir un Estado, luego de llegar al poder por cierto mecanismo determinado; en nuestro caso, por el voto popular. Es la autoridad que dirige, controla y administra el aparato estatal. Junto a población y territorio, es un elemento constitutivo de los Estados; y, además, se compone de los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, que, por lo general, no son permanentes, sino que cambia con el paso del tiempo.
*Rubén Darío Ceballos Mendoza. rubenceballos56@gmail.com – Jurista