JOSÉ MANUEL HERRERA BRITO

Por: José Manuel Herrera Brito

La política social debería y tendría que servir para reducir todo asomo de inequidad, marginación y pobreza, lo que impone revisar a fondo sus enfoques y cambios suscitados a partir de la implementación de los diferentes modelos anteriores, y entenderla como motor y puente entre el Estado y la población, lo mismo que la respuesta que el Estado ofrece a las demandas de la sociedad sobre sus niveles de bienestar. También, una proposición constante, consistente y permanente generar crecimiento económico como una condición indispensable para lo cual, teniendo como objetivos eficiencia y equidad, contar con su propio espacio, no supeditarse exclusivamente a un presupuesto gubernamental de coyuntura, ni estar determinada por una correlación de fuerzas políticas que marquen pendularmente su accionar en el ámbito de las políticas públicas.

La forma como operan las políticas sociales siempre generan grandes debates, dada su inmensa importancia como instrumento para garantizar un nivel de vida adecuado para la población, en especial la más desprotegida. De manera general, es sabido que buena parte de dichos debates se centran en el análisis de quién o quiénes deben de ser la población objetivo, lo cual lleva a poner sobre la mesa el tema del universalismo y la focalización. No obstante, el aumento de la pobreza alimentaria y en general ha puesto en tela de juicio la forma cómo operan los programas y acciones gubernamentales.

Si bien es conocido que en los últimos decenios se han gestado procesos de transformación en el modelo de desarrollo que ha incluido algunos aciertos, como el racionamiento de los recursos, lo que se ha traducido en la focalización de programas y políticas a actores considerados como menos favorecidos (madres solteras, niños, ancianos, entre otros), es pertinente revisar y analizar las políticas sociales y con ello obtener una visión más clara de las mismas.

Se trata que se caractericen a través del tiempo las políticas y programas sociales que han operado, discutir sus enfoques y modelos utilizados durante su implementación, como también revisar una serie de aspectos como los sectores que son apoyados, los montos y financiación de los recursos y realizarlo todo bajo la premisa de mostrar los alcances y los retos para hacerle frente a la pobreza, en lo que cabe mostrar la evolución de la pobreza por ingresos, revisar los conceptos relacionados con la definición semántica de política social, caracterizar a la política social de acuerdo a los planes y programas que se han implementado, analizar las limitaciones y los desafíos de la misma para reducir la marginación, la pobreza y la inequidad.

Interesa igualmente tener en cuenta que la política social representa uno de los instrumentos más importantes de los que dispone el Estado para promover un nivel de vida adecuado de la población, sobre todo, de la más vulnerable y desprotegida. Sin embargo, definición, diseño, implementación y operación de las políticas sociales es un proceso sumamente complejo y rodeado de intereses y enfoques particulares que en ocasiones no corresponden con las necesidades más apremiantes que sufre la población.

🔹Evolución de las políticas sociales

Al igual que la sociedad, las políticas sociales han evolucionado y transformado; transformación que ha obedecido en parte, a los cambios en los modelos económicos imperantes; es decir, las políticas sociales se han adaptado invariablemente a modelos que privilegian la focalización de las políticas y el esfuerzo por incrementar las herramientas y capacidades de las personas como vehículo para lograr incrementar su nivel de vida. A la luz de los resultados generados por la nueva concepción de la política social, no parece que se hallan adoptado las mejores opciones, al continuarse de una u otra forma con la misma estrategia seguida en años anteriores, debido al crecimiento de la pobreza alimentaria y la altísima vulnerabilidad de los programas sociales que pierden su efectividad por el desempeño económico del país, que no siempre ha sido el mejor.

Es por lo cual que la política social además de ser entendida como vehículo y puente entre el Estado y la población, vulnerable o no, también debe ser la respuesta que le ofrece el Estado a las demandas de la sociedad sobre los niveles de bienestar; por lo tanto, debe ser una premisa constante, consistente y permanente generar crecimiento económico, debiendo no ser tomada como un paliativo, sino como una condición indispensable para el crecimiento económico que también debe tener en cuenta objetivos como la eficiencia y la equidad, como antes anotábamos.

🔹La articulación de la política social

Bueno es reiterar que la política social debe y tiene que contar con su propio espacio y no supeditarse exclusivamente a un presupuesto gubernamental de coyuntura y, sobre todo, no debe estar determinada por una correlación de fuerzas políticas que marquen pendularmente su accionar en el ámbito de las políticas públicas. En suma, la política social debe articularse como un conjunto de decisiones y actuaciones público-administrativas, generadas en la esfera estatal, que incidan directamente y de formas diversas sobre la organización y la distribución de los recursos de bienestar, mediante regulaciones, servicios y transferencias, bajo el noble objetivo de influir sobre la organización del Estado y los agentes privados y públicos en torno al combate de la desigualdad apuntando siempre a mejorar los niveles de bienestar general. saramara7@gmail.com

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