JOSÉ MANUEL HERRERA BRITO

Por: José Manuel Herrera Brito

En esencia y de manera lógica si así lo vemos, los movimientos deberían tener en beneficio comunitario un impacto significativo en la agenda política y contribuir al cambio social, en lo que ayuda la articulación de demandas claras, generar apoyo popular e incidir en las instituciones y decisiones gubernamentales, lo que los haría más creíbles como viene sucediendo en distintas latitudes del mundo de hoy, amparados en ese proceso con organizaciones ciudadanas estructuradas que vemos poco a poco desplazando a los partidos políticos tradicionales que cada vez más poco o nada hacen por acercarse a la gente, escucharles, socializarles y solucionarles con realidad sus verdaderas necesidades y prioridades.

Bien sabemos que los movimientos ciudadanos políticos son iniciativas en las que los ciudadanos se organizan y participan activamente en la vida política de sus territorios con el objetivo de promover cambios, reformas, transformaciones e impulsar causas sociales, medioambientales y demás, en dirección a mejorar la calidad de la democracia, Suelen surgir como respuesta a situaciones de descontento con el sistema político tradicional, la corrupción, la falta de representatividad y la falta de atención a las problemáticas poblacionales. Estos movimientos, en muchos casos y en auge en muchas partes del orbe, tienen como propósito cierto la búsqueda y procura de influir en las decisiones gubernamentales a través de la presión pública, manifestaciones pacíficas, campañas mediáticas y otras formas de acción colectiva.

Bien orientados y debidamente soportados, estos movimientos alcanzan un impacto significativo en la agenda política, al tiempo de contribuir de paso a ese cambio social y transformaciones requeridas, por lo que logran articular deben de manera positiva y diamantina las demandas de las ciudadanas, comunitarias, y soportarse en el favor popular incidir positivamente en las instituciones y decisiones gubernamentales de mayor significación.

En el escenario que fuere territorialmente hablando, deberían crecer estos movimiento, recorrer sus perímetros, dialogar con sus habitantes, instalar comités Ejecutivos según el caso, vale decir centros poblados, veredas, corregimientos, barrios, comunas, localidades, con estructuras valiosas, líneas claras de colaboración y con un trabajo enfocado en llevar a la tarea pública sus proyectos. saramara7@gmail.com

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