Por: Saúl Alfonso Herrera Henríquez*
Asunto tanto vital como esencial de la conducta humana es el sentido o sentimiento de pertenencia, en lo que debe haber pasión; y la conducta humana, no debe ser producto de un solo factor o de una sola causa, sino que debemos analizar sus diferentes perspectivas para un solo comportamiento, dependiendo de una diversidad innumerable de estímulos y consideraciones, tales como las necesidades reales que concibe cada individuo y la interpretación que tenga sobre su grado de satisfacción y la fuente del mismo; de ahí que valga siempre la importancia del papel que juegan las emociones y la convivencia en la determinación del sentido de pertenencia y el compromiso intrínseco que se genera con la fuente de satisfacción, la cual se robustece mediante el reconocimiento y enaltecimiento de la identidad personal que respeta, al menos aparentemente, al verdadero yo, contribuyendo al desarrollo cognitivo del individuo, que podemos traducir como los elementos fundamentales de la personalidad y que sostienen la esencia de cada individuo.
El sentido o sentimiento de pertenencia en síntesis, es la identificación subjetiva que un individuo experimenta respecto a un grupo, organización o comunidad, en donde se siente cómodo, bienvenido o aceptado; vale decir, donde siente que pertenece; por lo que tenemos sentido de pertenencia con la familia, país, ciudad, amigos y sociedad en general, entre otros, pudiendo citar como ejemplos, los triunfo de los nuestros en participaciones culturales, sociales, académicas, diplomáticas, deportivas, logros que constituyen momentos que nos hacen sentir en alto grado el sentido de pertenencia a lo propio.
La pertenencia, a decir de reconocidos especialistas en la materia, es aquella que se soporta en afecto (sentirse partidario de una persona o una cosa, que siente aprecio o afición por ellas), apoyo (lo que algo sostiene o sirve para sostener, también persona o cosa que ayuda a alguien a conseguir algo o que favorece el desarrollo de algo), placer (goce o disfrute físico o espiritual producido por la realización o la percepción de algo que gusta o se considera bueno), comprensión (acción de comprender, facultad del ser humano o facilidad para percibir las cosas y tener una idea clara de ellas), conocimiento (acción de conocer, facultad del ser humano para comprender por medio de la razón la naturaleza, cualidades y relaciones de las cosas), reconocimiento (acción de reconocer o reconocerse, sentimiento que expresa la persona que reconoce o agradece un favor o bien recibidos, e inspiración (estímulo o lucidez repentina que siente una persona y que favorece la creatividad, la búsqueda de soluciones a un problema, la concepción de ideas que permiten emprender un proyecto, etc., e impulsan la creatividad).
Tener en cuenta lo cual, nos lleva a sentir afecto por la tierra de donde somos o estamos, el apoyo de los más cercanos, el placer por lo que se hace, comprender las acciones que se adelantan, conocer el manejo de la cosa pública, propender por el reconocimiento, acudir a la inspiración para agradar y realizar cosas mejores, así como la voluntad y capacidad necesarias para cumplir como ciudadanos con las obligaciones que debemos, siendo claro que quienes no cubran estos valores, carecen y carecerán de ese sentir, sentido y sentimiento de pertenencia.
* Saúl Alfonso Herrera Henríquez. saulherrera.h@gmail.com – Abogado. Especializado en Gestión Pública. Derecho Administrativo y Contractual