Por: José Manuel Herrera Brito
Presentados por parte de los gobernadores y alcaldes del país a los Consejos Territoriales de Planeación sus proyectos del Plan de Desarrollo, que definen la hoja de ruta para su cuatrienio ya que constituyen la herramienta socio política que les permite adelantar acciones soportadas en sus propias realidades y necesidades, gestionar de manera eficiente y ampliar en gran medida sus niveles de legitimidad; interesa sobremanera igualmente hacer partícipes a todos los sectores, fuerzas vivas y actuantes en sus territorios. Son soportes que les ayudan junto con sus Consejos de Gobierno, Oficinas de Planeación y Secretarías de Hacienda, establecer direccionamientos, metas, propósitos, planes, proyectos, programas, proyecciones, prospecciones, estrategias y orientar los presupuestos requeridos para cumplir lo trazado en sus propuestas de campaña en la búsqueda y procura de alcanzar el bienestar general de sus gobernados.
Deben ir articulados los Planes de Desarrollo con el Plan de Ordenamiento Territorial – POT, demás niveles de gobierno y planes sectoriales, a efecto de mejorar y potenciar los recursos de inversión, en la verdad, y son cifra oficiales, que importa superar pobreza, desempleo, informalidad y atraso económico en los más de nuestras latitudes, lo que es una importante oportunidad para que los mandatarios municipales y departamentales hayan orientado sus Planes de Desarrollo y presupuestos de inversión, a la productividad, con el necesario propósito de generar un dinámico crecimiento económico, trabajo, riqueza, así como empleo digno y duradero.
Ojalá sirvan esos Planes de Desarrollo, para proporcionar cadenas de suministro efectivas productor / consumidor a efecto de aliviar costos y ofrecer alimentos frescos y de mejor calidad, lo mismo que se hayan destinado recursos a bienes públicos para la infraestructura de producción, tales como vías, internet, energía solar, presas, reservorios, canales de riego, invernaderos, centros de capacitación con granjas integrales y demostrativas, bancos de maquinarias, equipos e infraestructura de almacenamiento, como bien sostienen expertos en la materia serían de valiosa ayuda, camino a impulsar a los productores del campo a producir más con menos y ser mayormente competitivos; estrategia propicia para atender en manera suficiente la demanda local y facilitar proyectarse competir en los mercados internacionales, bajar costos, aumentar la calidad de vida, frenar la inflación y así crear mayor riqueza regional.
Labor inaplazable es procurar alimento para la población, desafío que enfrentan todos nuestros gobiernos locales y departamentales, al tiempo que impone armonizar, como igual afirman estudiosos de la temática, productores, proveedores de semillas e insumos, distribuidores, operadores logísticos y comerciantes de alimentos, lo que mejoraría atender la oferta y demanda de alimentos y balancear los constantes fracasos en la política agrícola del gobierno nacional, ya que se fomentará así, con el apoyo del sector privado, un superior desarrollo agroforestal, pecuario y acuícola, desde las unidades territoriales municipales y departamentales. saramara7@gmail.com