Por: Andrés Bohórquez Canizales*
Hace pocos días mi padre sufrió un quebranto de salud y me tocó poner en práctica los conocimientos adquiridos para defender, ahora a mi familia, contra los abusos de un sistema indigno, precario y carísimo, donde los derechos de los pacientes no son respetados. Durante toda mi vida he ayudado a presentar más de 100 tutelas relacionadas con la protección al derecho a la salud en conexidad con la vida. Adicionalmente, he ayudado a presentar alrededor de 20 quejas ante la SuperSalud.
Así pues, quiero empezar con lo siguiente: Mi padre tuvo que ir a una urgencia médica, dicha situación de salud nos puso a esperar poco tiempo en el triage pero varias horas para que fuera intervenido, algo así como seis (6) horas. Para poder continuar con el tratamiento a su padecimiento, fue necesario pedir citas para materializar varias órdenes médicas. Nos brindaron un número de teléfono y allí nos respondieron que solo se podían dar citas hasta un mes después, pues no había disponibilidad.
Esta situación, me llevó a poner una queja ante la SuperSalud, pues mi padre es una persona mayor, de 71 años y, cualquier padecimiento se cataloga como una situación que puede poner en riesgo su vida. La cita fue brindada aproximadamente 10 días después, con tan mala suerte que al llegar allí no estaba agendada para el médico la cita médica y hubo que recurrir y rogar que fuera atendido unas horas después. Allí le dieron orden de hospitalización en casa y para el efecto debía comunicarse con una IPS la cual le suministraría unos medicamentos. La IPS no lo atendió y así pasaron dos (2) días. Se agravó de nuevo.
Nuevamente mi padre ingresó a urgencias, más de seis (6) horas de espera; fue tratado de manera horrible por la persona encargada de brindar información, creo yo que es por el nivel de estrés que manejan. Mi padre solo quería dejar de sufrir y no ser hospitalizado en un centro médico. En contraste, le quitaron una de sus dolencias, le brindaron medicamento adecuado y le dieron de alta teniendo en cuenta que la IPS por fin llevó los medicamentos a la casa y adicionalmente ya se había agendado al personal médico para que suministrara los mismos. Por el momento sigue esperando materializar la orden del especialista para que le señale si debe o no operarse y así adelantar los trámites necesarios para ello.
Este camino es tormentoso y prácticamente conduce inexorablemente a una muerte más rápida, que se agrava con el desconocimiento de quien padece cualquier situación de salud. Termino señalando, que nuestro sistema de salud es tan patético, que médicos en Ibagué, hicieron vaca para salvar a un bebé de quedar ciego. INDIGNANTE.
*Abogado. Especializado en Derecho Administrativo. Gerencia del Riesgo y Prevención de Desastre. Responsabilidad Penal de los Servidores Públicos y Delitos contra la Administración Pública. Magister en Derechos Humanos. @JabcusOficial