Por: Saúl Alfonso Herrera Henríquez*

En curso vertiginoso ya el 2021, año pre electoral, en el que empieza la ciudadanía y comunidad a otear en el horizonte y comentar respecto de quienes repetirán y otros aspiran a llegar al Congreso de la República, más cuando nada sustanciales para los intereses departamentales ha sido la gestión parlamentaria de la mayoría de ellos; al tiempo que esperan, cuestionamiento generalizado, que tengamos en tan importante escenario una cohesionada representación de valía como hace rato no tenemos. Una representación de la que nos sintamos sanamente orgullosos. Que responda preocupada en verdad por mediar soluciones en relación con nuestras más sentidas necesidades. No nos podemos seguir dando el lujo de tener más congresistas a quienes ni siquiera de les conoce la voz en esos recintos por los que pasan como el sol a través de cristal, sin romperlo ni mancharlo.

No queremos más una representación débil, sino sapiente, enterada, valerosa, que se haga respetar e imponga perspectivas, estrategias y realidades ciertas para nuestra ciudad, departamento, región y país. El futuro obliga a acercarnos a grandes acuerdos y a la procura de realizaciones de importancia. Agrandarnos en la escucha y el entendimiento con acciones que apunten a un departamento de Magdalena potenciado e impulsado respecto de logros mayores, a lo que debemos acostumbrarnos.

La gente detecta y lo expresa, un enorme vacío en el hacer y quehacer de nuestros congresistas, a quienes califican como faltos de entidad política, hasta el punto que se percibe una escalada de tensión política que pareciera ahuyentar a todos de los espacios de participación. Se vive una apatía que asusta y lleva a preguntar dónde realmente están nuestros líderes políticos, a quienes no sienten ni se sienten por ellos debidamente representados.

Interesa entender, acorde con las cada vez más extraordinarias evoluciones, que los liderazgos hoy no pueden apartarse de los nuevos paradigmas sociales que deben afrontarse en todo momento, contexto y situación, en lo que juegan diversas posturas, debiendo abordarse las dificultades en todos sus aspectos y con todas sus complejidades para que su actuar y decisiones contribuyan al crecimiento de la sociedad y contribuyan a crear valor y bienestar, lo que implica disponerse a participar como líderes en todos los escenarios de manera eficiente, eficaz, rápida, imaginativa y creativa, como ha de corresponderles en su misión y función como personas comprometidas con la tarea que les compete en los más de los contextos.

Importante que los líderes actuales y los que habrán de llegar asuman sus responsabilidades, llenen ese espacio, se hagan sentir, entiendan las una y mil necesidades de la población, aprovechen el claro mensaje del electorado, hagan méritos para seguir siendo tenidos en cuenta en su trasegar, además de empáticos y nunca distantes de sus electores y población en general, que no ve, salvo consabidas excepciones, ningún líder sólido; razón por la que se aspira surjan con fuerza, talante, entidad e identidad en los escenarios no sólo del departamento y región, sino del país. 

*Abogado. Especializado en Gestión Pública

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