JOSÉ MANUEL HERRERA BRITO

Por: José Manuel Herrera Brito

Son los municipios ejes y centros de país, patria, nacionalidad, soberanía, células primeras del maderamen gubernamental y social, pero que en su mayoría viven en precariedad política y económica, a pesar de tener a su cargo y encargo funciones y servicios esenciales para la comunidad que, si no son bien atendidos, ello puede hacer miserable la cotidianidad de las comunidades. Seguridad, espacio público, agua potable, drenaje, basura, mercados, parques, escenarios deportivos y lúdicos, panteones, alumbrado público, calles, aceras, pavimentación y mantenimiento de la infraestructura urbana, son parte de un amplio conjunto de servicios que, por lo general, están a cargo de las alcaldías. No es necesario insistir en la desunión de la vida cotidiana de las comunidades si estos servicios fallan o no se dispensan adecuadamente.

A cambio de esas responsabilidades, las municipalidades tienen como principales fuentes de sus limitados ingresos el impuesto predial y el cobro de servicios, lo que a las claras indica que deben ser atendidos en mejor manera, tenerlos en perspectiva, trabajar de la manos de los gobiernos departamental y nacional, en la afirmación que no debe haber con los municipios olvido ni marginación, a la par que ofrecérseles garantías reales, toda vez que no puede haber políticas públicas sin la participación municipal y beneficiarlos de paso con la priorizando en ellos la erradicación de la pobreza, marginación y desigualdad.

Más allá de los servicios públicos indispensables para el funcionamiento de los municipios, tienen la función esencial de la seguridad, valor fundante y, de la protección ciudadana, respecto de lo cual debe tenerse clara relevancia de la participación municipal en tales tareas, al tiempo de trabajar el tema de construcción de paz, en especial atención de las causas que generan la violencia.

Importa en tanto, una estrategia exitosa de seguridad permanente que pase por la policía, que debe ser y mostrase siempre robusta en ruta a cumplir estándares significativos a fin de no caer en debilidad ni en fragilidad alguna, la cual debe también soportarse en una estrategia de prevención y trabajo cooperativo entre las autoridades y la comunidad, donde los habitantes trabajen mancomunadamente para identificar los principales problemas de inseguridad, proponer alternativas de solución y vincularse con programas de prevención, en lo que es determinante igualmente tener en cuenta sus propias características y problemáticas, para sí en mejor forma y manera ofrecer servicios sino óptimos, al menos aceptables de seguridad y protección ciudadana.*saramara7@gmail.com

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