Ec. Omar Escobar.

Los sueños vuelven a renacer en las comunidades más pobres de américa lantina, los más desprotegidos aún creen en el “sueño americano”, aún creen que al pisar el suelo gringo se volverán ricos y famosos tal vez…muchos desconocen que el PIB de EEUU, en los últimos cinco años ha venido creciendo a una tasa del 2.5%, propia de una economía tercermundista, mientras que la de su competidor, China a una tasa del 6.8% anual, y con el peso de una balanza comercial deficitaria. Por otra parte, el índice de Gini en EE.UU, ha aumentado, tanto que en 2019 llegó a 0.48, es decir, aumentó la desigualdad. Y según un estudio de la Universidad de California, dice que desde 1989, la proporción de riqueza que posee el 0,00025% (aproximadamente los 400 estadounidenses más ricos, según los datos de Forbes Magazine), aumentó del 1 por ciento a principios de los 80 a más del 3 por ciento en los últimos años. Así las cosas, quienes vayan por el sueño americano, el 3% tiene probabilidad de triunfar exitosamente, el resto, si bien tendrá un empleo o al menos dependerá de él y bajo difíciles presiones de competitividad tanto a nivel personal como de sus negocios, pues no gozan de sólidas bases en educación…ésta población con un bajo nivel educativo conforma un alto porcentaje de latinos y a la vez es la mano de obra barata del empresario estadounidense.

Según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), identifican tres causas principales por las que los centroamericanos han sido obligados a salir de su país de origen: la pobreza, la inseguridad, la violencia y el cambio climático (sequias y desastres naturales)… a esto hay que sumarle la expectativa que tienen los migrantes actuales por el cambio de gobierno, pues esperan que Joe Biden sea más condescendiente con los latinos.

La migración, es un fenómeno social, político y económico cuyas causas estructurales internas como externas, se reflejan en la capacidad que un país puede ofrecer a sus conciudadanos para el buen vivir, entre ellas las mínimas condiciones de educación, trabajo, salud, vivienda. Si tenemos en cuenta el Índice de Capital Humano, aquellos países que están por debajo del 65º puesto, tienen más probabilidad de emigración, como aquellos países que apenas destinan menos de 130 euros per cápita en educación  y salud. Esto hace que tengan una población no apta para el trabajo ni generen productividad en el país. Así mismo, estos países figurarán dentro de las listas negras de la economía, pues su capacidad de innovación no les permite estar dentro de los 50 más innovadores.

Como se puede apreciar, la migración no está en función de la forma de gobierno, sea ésta socialista, dictatorial o democrática, como lo han hecho ver los canales de comunicación tradicionales, las cifras demuestran que es un problema de pobreza, desatada por la corrupción y la ineficiencia de los gobiernos de turno en cualquier país, así tenemos hoy en día que en 2019 de Colombia, salieron 2.869.032, de Venezuela, 2.519.780, de El Salvador 1.600.739, teniendo como principal destino los EEUU. Pero si tomamos las cifras de manera porcentual, Uruguay con el PIB per cápita más alto de Latinoamérica, pero con el 18.36%, de emigración, no queda bien librado, luego le sigue el Salvador con el 24.10%, Venezuela con 8.7% (ver cuadro).

Si tenemos en cuenta el triángulo formado por Honduras, Salvador y Guatemala, con gobiernos democráticos (en el pasado dictatoriales), la población migrante en 2019, ascendió a 3.607.090 personas, mientras que en el transcurso de ésta semana se espera un éxodo entre 6 a 9 mil personas, incluidos niños y adolescentes que pretenden llegar en caravana a los EEUU, son países con bajos índices de calidad de vida y alta delincuencia.

Biden reconoce que su país, es un país de inmigrantes, no reconocerá jamás que la política exterior de su país, es para nosotros, un factor externo en la provocación de la migración…cómo?, la expoliación de los recursos mineros y energéticos extraídos de suelos latinos, la explotación de materias primas y la impagable deuda externa, con la venia de nuestros gobiernos taciturnos autodenominados neoliberales…la economía pasa factura en el largo plazo. Así pues, si el los grupos xenófobos no desea inmigrantes, ni los citadinos, la migración campo-ciudad, los países del primer mundo que inventaron el “sistema de deuda”, como mecanismo de desarrollo, ahora deben resetear la deuda externa en beneficio de los países del tercer mundo, y éstos a su vez, transferir esos recursos para invertir en innovación tecnológica y mejorar el capital  humano, revolucionando el sistema educativo; así evitamos la migración indeseada y exportamos talento.

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