Rafael Robles Solano

Por: Rafael Robles Solano*

Con las incertidumbres y problemáticas que vienen afectando la gobernabilidad del Mandatario actual, en medio de sus airadas reacciones confrontacionales y sus constantes improvisaciones, hechos que facilitan aparentemente las desconfianzas de los industriales y empresarios, para invertir en nuestro país y contribuir a la reactivación económica que tanto pregonan y reclaman los grandes gremios nacionales, observamos con preocupación, como se imponen las manipulaciones diarias de los medios de comunicación masiva, quienes al unísono lideran campañas mediáticas contra el Presidente, propiciando con ello ambientes adversos en su contra y creando escenarios favorables para que la sociedad en general, piense que se está llevando al país hacia un desastre institucional, lo cual pone según ellos, en riesgo la misma estabilidad democrática de la Nación.

Con esta peligrosa y alevosa narrativa de medias verdades publicadas por dichos medios, que se utilizan en contra del gobierno, a través de las conocidas técnicas de comunicación modernas, que en la actualidad se aplican dentro del marco generacional de las post verdades, al explotar en los inconscientes colectivos, ideas con emociones polarizantes, de odios, rencores, venganzas, etc., exacerbando con ello vanas opiniones descontextualizadas completamente de las realidades sociales y políticas en que nos encontramos.

Por las consideraciones expuestas y objeto de este somero análisis, es que vemos como existe un creciente ambiente de voces insensatas que piden a gritos juicios sumarios contra Gustavo Petro, que lo destituyan o que se le dé un golpe de estado, a lo que éste con razón llama, el “golpe blando”, con el que quieren impedir que concluya su periodo presidencial, tal y como se pudo apreciar y deducir con las marchas del pasado abril 21/2024, en la que muchos salieron a las calles con sed de venganza y pidiendo su linchamiento, porque hasta pedían su muerte, pues hasta marcharon cargando ataúdes para simbolizar tal efecto.

Lo cierto es que la influencia nefasta del relato de dichos medios de comunicación, sembrando imaginarias creencias infundadas sobre las conductas del Mandatario, que, por haber pertenecido a un grupo subversivo, deducen entonces que también fue asesino, terrorista, secuestrador, etc., por actos qué en su momento, cometió el M 19, antes de someterse a una amnistía, léase perdón o indulto, que les fuera otorgada por el gobierno de aquella época.

Bajo estas ecuánimes apreciaciones y realidades, me permito repasar y recordar algo de historia para los furibundos enemigos del actual Presidente, porque fue precisamente el entonces senador Álvaro Uribe Vélez, el promotor y uno de los ponentes de la Ley 7 de 1992 o Ley de Reindulto, que incluyó la trágica toma y holocausto del Palacio de Justicia, para qué con el perdón total, no quedarán dudas al respecto y facilitar el reintegro de sus militantes a la vida constitucional del país.

Analizando las cosas al tenor de las consideraciones expuestas, y sin minimizar las incongruencias, improvisaciones y errores de la administración actual, es apenas lógico que el Presidente Petro, más allá de sus equivocaciones, insista en promover sus reformas sociales, aún en contra de las fuertes oposiciones de sus detractores.

*Secretario Ejecutivo LIDERESOCIAL. rafaelrobles12@hotmail.com

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