Rafael Robles Solano

Por: Rafael Robles Solano*

En esta oportunidad comparto a mis amables lectores éste complejo tema que nunca deja de ser actual, porque a través de los siglos, ha sido motivo de enfrentamientos y transgresiones sobre las costumbres y la moral de las sociedades; y, porque desde los albores de la civilización, se tienen registros, o sea, que ésta existe y ha sido conocida como la profesión más antigua del mundo y es por cuanto en las primeras culturas de la antigüedad se da cuenta de su existencia, regulaciones y costumbres asociadas a su práctica. Por lo dicho, me permito hacer una breve reseña de sus antecedentes históricos.

Para exponer este resumen me remito a puntuales conceptos al respecto presentados por: ALEKSANDRA KOLLONTAI y TOMÁS FERREIRA, quienes con buen sentido pragmático sostienen que: “Para entender la problemática de la prostitución en las sociedades modernas, debemos hacer primero un repaso histórico de esta actividad. Entonces para poder dimensionar y entenderla debemos recordar que esta actividad también es propia de la modernidad tal como la conocemos hoy en día, porque la prostitución ha ido cambiando a lo largo de la historia y está profundamente ligada al sistema económico que surge en este mismo periodo: el capitalismo. Si bien la prostitución se ha venido dando desde tiempos inmemoriales, no está en absoluto exenta de transformación. Es decir, la prostitución, como la familia o las propias relaciones entre hombres y mujeres, han ido evolucionando a lo largo de la historia. Veamos, repasemos e ilustremos algunas de sus apreciaciones:

EN EL MUNDO ANTIGUO, los primeros registros de la prostitución datan del siglo XVIII a.C., con el Código de Hammurabi, de la antigua Mesopotamia. Se observa que esta era una actividad practicada en muchos lugares diferentes, entre los cuales podemos destacar de aquellos tiempos a Corinto y Babilonia. En ésta última la divinidad INNANA o ISHTAR, era la protectora de las relaciones extramatrimoniales y de las prostitutas.

Una de las formas más antiguas de prostitución que se conocen, fue la prostitución religiosa, que solía consistir en ritos en el que un visitante mantenía relaciones sexuales con una sacerdotisa (o sacerdote). Por su parte los historiadores Tucídides y Heródoto hacen referencia a como en Babilonia, todas las mujeres debían acudir, aunque fuera una vez en la vida, al templo de MILITTA para tener relaciones sexuales con un extranjero, “como muestra de hospitalidad y a cambio de un pago simbólico.” Por cierto, en esta antigua ciudad a los hombres se les permitía ofrecer a sus esposas como pagos de algunos préstamos. En aquella época, se daban distintas categorías a saber: Las HETERAS (“acompañantes”); las sacerdotisas SAGRADAS; las PORNAI (“esclavas vendidas”); advirtiendo que también existía la prostitución masculina, llamados también los PORNOI. Desde esos tiempos se documentaba la necesidad de proteger los derechos de las prostitutas. En la antigua Grecia las hetairas (muy similares a las oirans japonesas o las kisaeng coreanas), eran mujeres esclavas y extranjeras, que tenían capacidades para la danza, la música y otros talentos físicos. Si bien muchas de las hetairas se veían forzadas por su clase, algunas de ellas eran mujeres de gran influencia, como se conoce el caso de Aspasia de Mileto, compañera de Pericles.

La prostitución era una actividad conocida y famosa, practicada tanto por mujeres como por hombres. Las prostitutas de entonces eran obligadas a vestirse de una forma distintiva y además debían pagar impuestos. Algunos historiadores creen que fue en la antigua Atenas, en donde se estableció el primer burdel. En Roma, también era habitual la prostitución y, de hecho, las mujeres que la ejercían tenían un estatus y especialización conocidas como: felatoras, expertas en felaciones (sexo oral), anilingus (sexo anal) y las cuadrantarias, conocidas por cobrar un cuadrante o miseria, entre otras. También es de destacar que en regiones de Mesoamérica y Sudamérica se practicaba la prostitución religiosa. Así Aleksandra Kollontai, repara en: “que el mundo antiguo tenía a la prostitución como el complemento legal a las relaciones exclusivamente familiares”.

LA EDAD MEDIA, tras la decadencia del esclavismo y del mundo antiguo, con la irrupción del cristianismo y el feudalismo, la prostitución sufre un gran cambio. La moralidad sexual en Occidente entra en profunda contradicción con la existencia de la prostitución. Sin embargo, la prostitución en la Edad Media fue tolerada por toda la sociedad, incluso por gran parte de la Iglesia, ya que se le consideraba un “mal necesario” para evitar la masturbación, la sodomía, las violaciones o la seducción de mujeres. Es decir, tenía una clara función social ligada estrechamente con la ideología dominante, a pesar de, teóricamente, encontrarse en posiciones diametralmente opuestas con los principios morales de los cristianos y pese a las imposiciones de la época victoriana.

LA MODERNIDAD o el CAPITALISMO, debido a la colonización de América, el desarrollo del mercantilismo y la industrialización, las relaciones productivas van transformándose. Aumenta cada vez más el poder de la burguesía y a su vez y con base a los intereses de clase, consiguen hacer penetrar sus ideas y su moral en el resto de la sociedad, pasando estas actividades a ser reconocidas en otras dimensiones, como veremos más adelante.


*Rafael Robles Solano. Secretario Ejecutivo LIDERESOCIAL. lideresocial@hotmail.com

Tema relacionado: LA PROSTITUCIÓN, EVOLUCIÓN HASTA EL SIGLO XXI (II)

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