Por: Hernando Manjarres Altahona*
Después de tantas polémicas para acceder como anfitrión del certamen más importante de América en materia de fútbol, por fin hubo un país que accedió a realizarla, Brasil; un Estado que atraviesa por diferentes problemas sociales y de emergencia sanitaria, pero que históricamente con el fútbol introducido en el ADN.
Las ciudades de Brasilia, Río de Janeiro, Cuiabá y Goiania serán las encargadas de recibir desde el 13 de junio a las selecciones participantes. Se quedan muchas estrellas por fuera de la competencia como es el caso de James Rodríguez, Paolo Guerrero, Falcao, Dani Álvez, Coutiño, Arthur Melo, Paulo Di Bala, Jefferson Farfán y Salomón Rondón entre otros. Sin duda mermará el nivel futbolístico del certamen.
La realización de esta inició por Colombia que no se pudo por temas sociales internos, siguió por una fallida Argentina y terminó en el país de la samba. Definitivamente el desespero de un ente desorganizado y especulador llamado CONMEBOL no se haría esperar y debía comenzar sí o sí. Ante la mirada inconforme y de asombro de muchos países la pelota rodó.
Muchas estrellas esperan llegar al podio y consagrase en esta edición dado que para algunos es su última oportunidad; caso de Leonel Messi, Juan Guillermo Cuadrado, Sergio Agüero, Eduardo Vargas, David Ospina, Alexis Sánchez, Édison Cavani y Luis Suarez entre otros. Esquiva para algunos, pero ya conquistada por otros de este selecto grupo.
*Comunicador Social – Periodista