Ruben Darío Ceballos Mendoza - jurista

Por: Rubén Darío Ceballos Mendoza*

Luego de los cien primeros días de la nueva administración nacional, se alzan en distintos confines patrios, rabiosas voces que señalan como se han multiplicado exponencialmente los problemas, profundizado la polarización en la población, marchado muchos capitales nacionales y extranjeros al crearse una incertidumbre que camina y por ende desestimula la inversión propia y foránea. Se invade la propiedad privada, queman templos, desestiman el clamor de las gentes por un mejor país y se minimizan las manifestaciones pacíficas de quienes se oponen a las medidas absurdas del gobierno. Se perciben aires de anarquía. Hay ausencia de autoridad y justicia. Se espanta al empresariado y a los inversionistas. Sube el dólar a niveles insospechados, Emprendimientos en ceros. Recuperación, desarrollo y crecimiento económico se esfuman y devaluada cada día más nuestra moneda.

Igualmente, que hay profusión de avisos de venta y arriendo, que muchos de nosotros están migrando al temer lo peor por las estúpidas decisiones de gobierno, una economía adelgazada, la canasta familiar disparada y también incrementado el combustible. Afectada la clase media. Una reforma tributaria aprobada en perjuicio colectivo. Una oposición indigna, entregada y atragantada con las migajas del rico Epulón. Las nuevas cargas tributarias afectando consumo, créditos hipotecarios, crisis financiera, perdida de viviendas, escasa inversión social, improvisación en la repartición de tierras. Evidente la extorsión de las minorías de toda laya a las altas esferas gubernamentales.

Que los altos mandos del Ejecutivo no dan pie con bola a juzgar por sus actuaciones, que han sido puestos en cargos de gran responsabilidad a pesar de ser personas ignaras en grado superlativo en las materias propias de sus carteras. No tienen los conocimientos pertinentes ni las condiciones suficientes ni necesarias para desempeñar una labor importante al frente de las mismas. Para agravar aún más la situación que viviendo estamos y además padeciendo, se sostiene, caminan reformas que nos afectarán en menor o mayor medida, que lesionada será la libertad de prensa, habrá impunidad para crímenes de lesa humanidad por parte de organizaciones criminales, afectada será la Fuerza Pública para que no puedan cumplir la misión constitucional de defender soberanía, independencia e integridad del territorio y orden constitucional.

Así expuesto, el panorama del país de cara al mañana se muestra oscuro, laberíntico y sin salidas acordes a las necesidades, demandas y requerimientos de una población ue reclama un país viable, con una democracia fortalecida y profunda en su todo estructural y real. Esperamos quienes confiamos en la posibilidad de un mejor porvenir, que los asuntos menores y mayores tengan la más adecuada de las soluciones, en la certeza que interesa para la comunidad, soluciones de fondo en la ruta esquiva de un país mejor y superior en los más de sus integrales asuntos en lo interno, externo y administrativo público. Es lo anhelado, so pena de vernos inmersos en escenarios de no retorno.

*Jurista. rubenceballos56@gmail.com

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