Por: Luis Cesar Pérez Gaitán*
Los nuevos paradigmas buscan modernizar, readecuar y redimensionar la administración pública en términos de mayor eficiencia, eficacia y legitimidad, a la altura de los cambios ocurridos en el hacer sociopolítico y económico internacional, en donde el éxito de una cultura de gestión pública se está convirtiendo en el centro del desarrollo de los países avanzados, lo que ocurre por el crecimiento de las actividades administrativas públicas, semipúblicas y aun privadas, sobrecargando de manera extraordinaria los recursos asignables, financieros y humanos que no pueden ser administrados con las herramientas tradicionales de la jerarquía administrativa.
Estamos viviendo una verdadera revolución, no sólo en las actividades humanas y en el funcionamiento de los sistemas de relaciones de poder. El sistema burocrático que originó la estructura de nuestro sistema industrial no logra ajustarse a las exigencias de la era actual, nueva y diferente. Nos vemos obligados a funcionar dentro de un nuevo paradigma que pudiera llamarse la cultura de la gestión pública, debido a que el orden de capas burocráticas superpuestas resulta demasiado pesado para ser aplicado a la complejidad del mundo moderno.
Nos dirigimos a un nuevo ciclo de alta tecnología y servicios cuyo motor es una innovación cada vez mayor, pero ajena al paradigma burocrático. Si hemos de promover la innovación, harán falta nuevas formas de relaciones humanas no burocráticas. La innovación nunca ha podido ser dirigida mediante órdenes. Para lograrla con eficiente rapidez, se requerirán ideas brillantes, nuevos conceptos y una cadena de relaciones ágiles y no-verticales, mediante las cuales las personas puedan comunicarse con rapidez y franqueza sobre la base de la reciprocidad.
La situación de fragmentación y subordinación que implica el modelo burocrático paraliza las comunicaciones y restringe la innovación. La clave para que el cambio sea exitoso está en una revolución que debe obrar en lo gerencial. Para poder responder a esa complejidad, la gerencia debe cambiar su modo de razonar. El nuevo paradigma para construir una nueva cultura de gestión pública implica un razonamiento con la intención de invertir para cambiar, mejorar, ayudar a las personas a cambiar en lugar de tratar de imponer los mejores programas elaborados por las jerarquías decisorias.
Los gerentes públicos hoy se encuentran en la necesidad de enfrentar relaciones intergubernamentales cada vez más complejas, asociadas simultáneamente con la descentralización, la regionalización y la globalización. Mientras más se fragmentan la toma de decisiones y la autoridad de ejecución debido a estos cambios, más esfuerzos y más recursos deberán dedicarse a la coordinación horizontal de políticas en el gobierno. A su vez, se tendrá que prestar más atención a los pactos interorganizacionales para satisfacer las necesidades simultáneas de apoyo mutuo y evitar la competencia destructiva. El cambio así inducido se denomina gobernanza.
*Luis Cesar Pérez Gaitán. luisperez19-14@hotmail.com – Estudios en Administración de Empresa. Líder Indígena y comunitario. Empresario
TEMA ENLAZADO: GERENCIA PÚBLICA (II)