DIEGO OTERO PRADA

POR: Diego Otero Prada*

Introducción

Pareciera, en el discurso del presidente Gustavo Petro en la instalación del Congreso el 20 de julio, que estuviera hablando un presidente de un país europeo con graves problemas energéticos. El presidente confunde a Colombia con Europa. Su lenguaje es el de un europeo, no el de un colombiano. Está totalmente dominado por el eurocentrismo.

En lo que se refiere a la parte ambiental, su discurso está dominado por falacias y equivocaciones estadísticas y un desconocimiento total de lo que es el sector eléctrico, de cómo opera.

El socialismo no es estatificación

“¿Tiene que ver con el socialismo, como algún prejuicio que se señala por allí? ¿con la idea que el socialismo es la propiedad estatal de los medios de producción y así podríamos llegar a ser potencia mundial de la vida? No. Eso no es lo que propongo”.

En su discurso hace esta definición del socialismo equivocada, ya que confunde lo que se llama el socialismo real del estalinismo con lo que es verdaderamente el socialismo. Muestra en esto un desconocimiento total sobre las ideologías de lo que es socialismo y comunismo, y desconoce las discusiones que se dieron desde el comienzo del triunfo de la Revolución de Octubre en 1917, y la toma del poder por los estalinistas que corrompieron totalmente la concepción del socialismo, volviendo a la Unión Soviética en un capitalismo de estado burocrático, dominado por una camarilla, distorsionadora de la idea socialista. Pero, entendemos que él no es un hombre de izquierda sino de lo que hoy se llama izquierda Fucsia, izquierda desteñida, muy similar a la de Gabriel Boric en Chile y la del indefinible Alberto Fernández en Argentina.

El sector eléctrico requiere confiabilidad y es muy complejo

“Colombia tiene una capacidad de 18 gigas de generación eléctrica, 18 es nuestro total. De ellos, tres o cuatro son sucios, es decir fósiles”.

“La transición energética para nosotros en este primer pilar, consiste en reemplazar estos cuatro gigas…”.

Primero, habla de transición energética referida al sector eléctrico colombiano que es uno de los más limpios del mundo, que solamente explica el 3% de las emisiones GEI de Colombia. Aquí no está el problema ambiental de Colombia, pero el presidente está obsesionado por la propaganda europea y piensa que estamos en este continente. Esta es una gran equivocación teórica y estadística. Además, confunde generación con capacidad eléctrica. La primera se mide en kilovatios-hora y la segunda en kilovatios.

El presidente habló de 3-4 gigavatios de plantas térmicas y de 18 gigas en total, lo cual es equivocado, porque realmente hay 18,8 gigavatios en total y 5,8 de gigavatios de plantas térmicas, entre térmicas de carbón, gas natural, ACPM, combustóleo y otros fósiles, y 0,5 gigavatios de fuentes no convencionales. En cuanto a las hidroeléctricas, la capacidad instalada es de 12,5 gigavatios.

Supone que se pueden cambiar totalmente las plantas térmicas por parques solares y eólicos. Esto no es posible porque estas energías son intermitentes y requieren de apoyo, o lo que se dice en el sector, de confiabilidad, de refuerzo, para cuando no se dan las condiciones de sol y viento adecuados. O sea, no se puede tener un sector únicamente de plantas solares, eólicas y aún de hidroeléctricas. Obligatoriamente hay que tener plantas térmicas para tener firmeza en el sistema.

Ahora, hay un término que se llama factor de planta, que mide la relación entre la energía que realmente se produce con respecto a la capacidad teórica. Este factor es de 70% para las térmicas, de 30% para las solares y de 40% para las eólicas. Esto significa que para reemplazar 6 gigas de plantas térmicas convencionales habría que instalar casi el doble de plantas solares y eólicas, pero tendríamos el problema de intermitencia.

Por lo tanto, señor presidente no se pueden suprimir las plantas térmicas, gústele o no le guste, porque hacerlo sería tener cortes de energía eléctrica todos los días.

Y una pregunta, ¿quién le va pagar a los dueños de las plantas térmicas los billones de pesos para indemnizarlos por cerrarlas, y a los pequeños y medianos mineros del carbón de Boyacá, Cundinamarca y Norte de Santander que quedan en la pobreza?

La demanda de petróleo no se acabará en diez años

“Al Congreso le digo: la demanda de petróleo va a caer permanentemente en los próximos años y ya se cayó esta vez”.

Que es inminente el desplome de la demanda mundial de petróleo y carbón y que es “seguir en la línea de la descarbonización de nuestra economía, así seamos una pequeña parte de toda la economía mundial, debemos hacer nuestro aporte”.

“Y no es por capricho de Petro como algunos medios de comunicación opositores señalan, es por la realidad del mundo, no es Petro, es el mundo”.

“Si nosotros seguimos como el avestruz, pensando que no está sucediendo nada en el mundo, y que no es sino dejar, que entre más contratos se hagan de exploración, más garantizamos la estabilidad económica, estamos absolutamente equivocados”.

Esta son afirmaciones totalmente equivocadas que ningún investigador serio en el mundo lo afirma. Y el petróleo no está cayendo, excepto que cuando la economía decrece lo hace también la demanda de todo, no solamente de petróleo.

Todos los análisis muestran que las energías fósiles perdurarán todo el siglo XXI. La demanda del petróleo en todos los escenarios de referencia o base dan que en 2050 la demanda será igual a la de 2022, de 94 millones de barriles por día, y que la de gas natural será creciente. Solamente en la de carbón se pronostica en caída.

No se ha descubierto petróleo en Colombia con los contratos firmados

“Primero, porque los contratos de exploración en general en Colombia se han usado es para especular, se lo han dado al amigo político, al amigo familiar, para que lo venda y lo revenda y lo vuelva a revender y no hay ni un metro cuadrado de exploración. Son regalos de los gobernantes a sus cómplices políticos”.

“Segundo, porque aún si se volvieran eficaces, que es lo que estamos intentando hacer, que se haga exploración, no que se tengan papeles para revender, no nos van a comprar más. Paulatinamente la demanda del petróleo, sobre todo el petróleo pesado que es el que sacamos nosotros, y la demanda del carbón va a caer”. 

La afirmación sobre los contratos es muy atrevida porque hace una acusación que no puede probar porque es falsa. Afirma que todos los contratos petroleros se han dado a amigos y que no se producido una gota de petróleo. Esto es contraevidente a todas luces. Entonces, ¿cómo ha salido el petróleo descubierto de 50 000 millones de barriles? ¿Entonces todas las subastas internacionales que se han hecho desde 2006 son falsas, se ha engañado a las empresas petroleras internacionales, a los gobiernos occidentales, donde están las protestas o demandas?

La inversión en petróleo no ha caído y aumentará en el futuro

“que la inversión en petróleo cayó a la mitad de lo que fue en 2013 en todo el mundo ¿qué pasará en diez años? ¿Qué pasara en Colombia?

La inversión en petróleo en el mundo no ha caído, no es cierto. Decir que la inversión en petróleo cayó a la mitad de 2013 es una barbaridad de mentira.

Lo que ocurrió es fácil de explicar. Por la pandemia del Covid-19 las inversiones cayeron en 2020 y 2021 y en 2022 se recuperaron. Todos los estudios muestran que hay que aumentar las inversiones en hidrocarburos si se quiere satisfacer la demanda. Entonces, lo que se requiere es más inversión, no menos.

La International Energy Forum-IEF trae cifras de inversión en hidrocarburos de 2015 a 2030, que son crecientes de 2022 a 2030, lo cual se muestra en el cuadro 1.

Cuadro 1 Inversión mundial en hidrocarburos

La inversión en las nuevas energías está creciendo. Esto es lógico. Cuando una nueva tecnología entra, al comienzo, después de un determinado tiempo, se tiene la etapa de una curva exponencial en la penetración de estas fuentes como en sus inversiones, que, como toda tecnología llegará a su pico y comienza a descender por saturación y porque aparecen nuevas tecnologías.

¿Qué es lo que quiere probar el presidente con estas mentiras o justificar?

Confusión sobre que son las comunidades energéticas

No es claro que entiende el presidente por comunidades energéticas, porque habla de soluciones individuales. El término comunidad indica que se trata de reunir a un grupo de individuos para que colectivamente levanten empresas de energía, o empresas para dar soluciones específicas.

Cubrir 2 millones de hogares con energía solar es muy costoso

Las regiones aisladas, no interconectadas, centradas en la Costa Pacífica y en los llanos orientales, son apropiadas para llevarles energías solar y eólica o pequeñas centrales hidroeléctricas donde hay concentración de la población. Pero esto cuesta. Llevar energía solar con paneles solares para cubrir 1500 vatios de potencia cuesta de 40 a 50 millones de pesos. Esas poblaciones son pobres y no tienen recursos, así que el estado tiene que regalarles los equipos. Para cerca de 500 000 hogares en esas regiones aisladas, esto costaría 25 billones de pesos, pero se requiere mantenimiento y después de cierto tiempo hay que cambiar las baterías y los paneles.

Claro, esos hogares tienen derecho a tener una buena energía, igual que estratos similares para que exista justicia energética, pero cuesta.

Para el resto de 1,5 millones de hogares de que se habla para la Costa Caribe, si las soluciones son individuales el costo sería de 75 billones de pesos. Pero, si son poblaciones concentradas, la solución es la de que el estado cree empresas públicas y les suministre la energía de fuentes solar o eólica a esos hogares, que resulta más barato. Hoy el kilovatio de estas fuentes renovables no sube de 1000 dólares. La solución individualista del presidente no es lógica técnica ni económicamente.

Electrificar el transporte cuesta y tomará tiempo

Todos quisiéramos eliminar el consumo de combustibles en el transporte. Este sí es el verdadero problema energético en Colombia, que da lugar a 14% de las emisiones GEI. Pero falta tiempo, más desarrollo tecnológico y una disminución en los costos. Esto ocurrirá, por supuesto, pero tomará tiempo. Nadie, excepto países ricos que subsidian la compra de carros eléctricos, prevé para 2050 que el 50% de la flota estará electrificada. Estos Unidos tiene una meta de 20%.

Hoy, en Colombia, el plan que viene de Duque es el de tener electrificados 600 000 vehículos en 2030, de un total para este año que girará alrededor 21 millones de vehículos. Nada.

La sexta extinción

“Estamos entrando a la sexta extinción, esto por el inicio de lo que se llama el verano con más altas temperaturas de los últimos cien años”.

Se habla que esta sexta extinción se debe a la acción del hombre y que la temperatura global ha venido aumentando desde 1850, que es muy diferente a épocas en que hay temperaturas altas durante unos días.

Ahora, afirmar taxativamente que vamos a tener en el planeta la temperatura más alta de los últimos años 100 años en 2023, que hasta ahora ocurrió el 19 de julio de 1913 con 56,7 grados centígrados en el Death Valley en California (organización Mundial de la Salud), hay que matizarlo, y como toda predicción meteorológica tomarlo con precaución. Se menciona por la OMS de 12 temperaturas más altas, siendo la última en Mitribah, Kuwait, que se produjo el 11 de julio de 2016 con 53,9 grados centígrados.

Si se diera una temperatura más alta que la producida en 2013, esto no significa que esto se va a dar en todas las regiones, por ejemplo, en Colombia. Se cita que esto se pudiera dar en determinadas regiones, normalmente calientes de África y Asia, pero pueden ocurrir en México y los Estados Unidos.

El crecimiento requiere de energía

Sea la energía que sea, para crecer se requiere energía. Esto se aplica fundamentalmente para Colombia, donde los consumos de energía per cápita o por PIB son muy bajos en comparación con Europa y los países anglosajones. Este es otro argumento de por qué nosotros somos tan diferentes y debemos olvidarnos de esta ideología europea que nos quiere limitar nuestro consumo y, por lo tanto, nuestro crecimiento, y que no usemos petróleo, gas natural y carbón, después de que ellos llevan 300 años haciéndolo, porque todavía lo hacen y seguirán haciéndolo en este siglo.

Hay muchos puntos para discutir de su discurso sobre el cambio ambiental, pero pienso que, con estos puntos, que considero graves, dejo por ahora el análisis de las falacias y mentiras del señor presidente.

Conclusiones

Muy equivocado anda el presidente sobre los temas energéticos. Le falta buenos asesores, pero que les haga caso, porque parece que ese no es su estilo.

Y debe dejar de pensar que es el jefe del cambio climático mundial, limítese a resolver los problemas de Colombia, que son muchos y difíciles. Concéntrese en lograr la paz, en mejorar la seguridad que nos agobia, en implementar políticas para aumentar el empleo, para crecer más de 5% por año, en mejorar la infraestructura en todos los campos, en tener políticas concretas y serias de industrialización, en establecer un plan de reforestación, en volver a impulsar la petroquímica, en promover la integración latinoamericana, en hacer la reforma agraria de la que tanto habla, en invertir en ciencia, en definir una verdadera política agraria.

Hay muchos temas internos señor presidente, para que se dedique a pensar y trabajar más sobre Colombia. Su papel no es resolver los problemas de los europeos o del mundo. Conténtese con Colombia, por eso ganó las elecciones.

*Diego Otero Prada. Presidente de la Asociación Colombiana de Economía Crítica-ACECRI y miembro de la junta directiva de la Academia de Ciencias Económicas-ACCE

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