Por: Francisco Javier Vázquez Atencio*
El emprendimiento social abarca las actividades emprendedoras e innovadoras de organizaciones sin fines de lucro, personas ligadas a actividades cívicas, y empresas o negocios cuyos programas resultan en utilidades tanto sociales como financieras; el modelo incluye tanto el beneficio social como los principios de negocios sostenibles. Es un término que puede ser nuevo, pero ni el concepto ni su implementación lo son. El concepto de emprendimiento social también abarca a empresas o negocios con un claro objetivo social. Una nueva tendencia que refleja la actividad emprendedora es la creación de un tipo de entidad que se ocupa primero de la misión social y después de las ganancias.
Entre las muchas razones por las que las personas deciden emprender un negocio con componente social, voy a destacar cuatro en este artículo, ya que no solo se emprende para ganar dinero al final de cada ejercicio, sino porque existen igualmente otras motivaciones para iniciarse en este mercado tan competitivo y exigente. Son ellos emprendedores de empresas sociales que consideran de importancia poner en el mercado sus empresas y a algunos empresarios en su sitio. Variados son los casos que he agrupado en cuatro razones fundamentales muchas veces entremezclados.
Un primer grupo de ellos con ganas de montar algo, en su mayoría, jóvenes que desean crear su propia empresa, no ser un funcionario más, sino dueños de su tiempo y trabajo. Un segundo grupo con una motivación principal un poco distinta de la anterior, aunque a veces ambas conviven, quienes expresan sus ganas de montar una empresa a partir de su experiencia profesional, conocedores a fondo de su profesión, quienes se dan cuenta que si crean una empresa desarrollarán más y en mejor forma su pasión profesional, acentuando la parte más social de su profesión. Un tercero cuya motivación principal es aportar algo a la sociedad, que se concreta de diferentes maneras, tales como cambiar el modo de gestionar las empresas, las ciudades, el modelo educativo, de vivienda, entre otros generales y particulares cambios, personas que trabajando en diferentes empresas deciden dejar lo que están haciendo y emprender porque no están satisfechas con lo que hacen y ven a su alrededor. Un cuarto grupo de emprendedores sociales, los más numerosos tal vez, caracterizado por personas que han fundado empresas para crear empleo con impacto social; estas son las más comunes entre las empresas sociales, y su objetivo es ofrecer puestos de trabajo a personas de colectivos vulnerables.
El emprendimiento social está explicado como la creación de una oportunidad de negocio que genere impacto y se enfoque en solucionar problemas sociales y ambientales. Busca transformar una realidad injusta y que reciba el reconocimiento debido, además de dejar una huella positiva, de ahí la importancia que haya más emprendedores sociales, vale decir, personas que buscan ir más allá del lugar en el que están y quieren siempre alcanzar mayores logros, además que procuran poner en práctica ideas cuyo fin es resolver problemas presentes en la sociedad y es su pretensión, objetivo y propósito, una trasformación gradual y de impacto social, para mejorar las condiciones de vida de individuos y comunidades con la creación del valor social y estrategias innovadoras cuyo mayor beneficio es dar solución a una problemática comunal, ayudando así a cientos de personas a mejorar la calidad de su vida y hacer de este un mundo mejor.
El emprendimiento social va más allá de los objetivos comerciales. Su misión es crear proyectos con fines sociales, tener la mira puesta en mejorar la calidad de vida de las personas y focalizarse en los más necesitados. Surgir ojalá en escenarios en crisis y momentos de crisis, al tiempo de hacer los esfuerzos y recursos que necesarios sean para resolver problemas sociales de manera realmente eficiente en el abordaje de retos como la pobreza, la desnutrición infantil y las migraciones, con talento, innovación social, tecnológica y alianzas posible y probables. Tener como objetivo promover la justicia social, reducir inequidades y desigualdades derivadas de cuestiones como el lugar de nacimiento, etnia, edad, género o cualquier diferencia de partida, principios y herramientas que faciliten la lucha contra la desnutrición infantil y salud materna, la inserción laboral y el emprendimiento juvenil, migraciones o la violencia en general.
Adelantar iniciativas con mucho impacto. Por ejemplo, respecto de la desnutrición, evitarlas con una identificación temprana de su estado nutricional, promover la búsqueda activa hogar por hogar de menores con desnutrición, crear redes de agentes comunitarios, informar a los centros de salud más cercanos para que hagan seguimiento y permite visualizar en un mapa y en tiempo real todos los casos identificados, validar competencias del colectivo joven y ofrecerles recursos que faciliten su inserción laboral. Contar con más alianzas estratégicas y personas que se hacen socias, no sólo porque le ofrece confianza y transparencia, sino porque saben que se logran resultados en la vida de las personas con soluciones que mejoran sus vidas, razón de peso por lo que importan personas, entidades y profesionales que, con su saber, hacer, contactos, recursos y voluntad quieran sumarse a propósitos de esta naturaleza, lo que debería imponerse en beneficio colectivo.
*Francisco Javier Vázquez Atencio. Administrador de Empresas. Especializado en Recursos Humanos. Especializado y Magister en Gerencia Social. @franvasquez06. francisco.vasquez.atencio75@gmail.com
