Periódico El Derecho
El emprendimiento es un área en permanente evolución, y hoy grande objeto de estudio; razón por la que su análisis ha girado en torno a distintos enfoques, entre los que se cuentan el económico, el psicológico y el institucional, pero es claro igualmente que existe un vacío en los estudios del emprendimiento desde el desarrollo humano y social, aportando evidencia teórica que ratifica dicha afirmación. Así mismo, se presenta evidencia empírica sobre las oportunidades de estudiarlo, relacionando variables clave de cada concepto. Los resultados muestran que existe suficiente evidencia estadística para suponer una relación entre el emprendimiento y el desarrollo humano, además es un campo que aún no se ha explorado y que presenta oportunidades para investigar y profundizar.
Importaría que como colombianos meta fuera darnos a la tarea, inmensa por demás, de conformar una verdadera generación de emprendedores que ponga en mira atraer capital de inversionistas nacionales y extranjeros, hasta el punto que lo cual nos permita llenarnos de un sano orgullo nacional, muy parecido al que se genera cuando vemos titulares de coterráneos que conquistan escenarios mundiales, lo que bien podía ser el valor intrínseco del emprendimiento, sin que interesen los obstáculos existente o que de seguro surgirán, ni de las discusiones que se den alrededor de medidas frente a la inversión en proyectos empresariales nacientes o en proceso de construcción.
Cuando un emprendimiento inicia, objetivo normal es probar la viabilidad del modelo de negocio con un capital mínimo. Si llega el momento de crecer, es común buscar inversionistas que inyecten recursos para desarrollar el plan de negocio a cambio de una participación en dicha empresa, ya que quien aporta apuesta a una visión de futuro que pueda materializarse y cuya valoración (valor intrínseco) es superior a lo que al emprendedor efectivamente le costó probar la viabilidad de su negocio (costo fiscal). Recibir inversión a cambio de una solución no asegura el éxito del proyecto, Es solo a partir de allí donde se comienza a recorrer un camino de construcción empresarial, en el que se generan pérdidas, se viven turbulencias y se demora el cumplimiento de los hitos, faltando trayectos para que el emprendedor reciba beneficios económicos.
El emprendimiento entre nosotros no debe parar, aunque sí puede mudarse y concentrarse en lugares en donde existan más facilidades e incentivos. En el país contamos hoy, y eso en bueno y mejor, con una corriente que llama a los jóvenes a soñar con proyectos que movilicen la transformación económica y social del país. Este valor intrínseco es un activo que debemos cuidar, apoyar, fomentar y consolidar.
El emprendimiento es el motor para el crecimiento económico de una nación, estos catalizan el cambio y la innovación al interior de los territorios, y se evidencia en el tejido empresarial con más y mejores empresas, el incremento en la rivalidad y la competencia entre las empresas lo cual se refleja en el desarrollo de la sociedad. En lo psicológico, se enmarca desde las capacidades que tiene un individuo para emprender. En este proceso encontramos las capacidades adquiridas de los individuos para realizar procesos innovadores que contribuyan a incrementar el número de emprendimientos en el tiempo. Institucionalmente, está determinado por factores institucionales que condicionan la creación de nuevas empresas; desde lo informal con el espíritu emprendedor, actitudes hacia el emprendimiento entre otras y desde lo formal con organismos y medidas de apoyo para la creación de empresas, trámites y costos entre otros. Emprendimiento y desarrollo humano abren posibilidades y presentan oportunidades para investigar y profundizar.
El emprendimiento desde el ámbito económico y del desarrollo humano en un país dotado principalmente de comerciantes, industriales y agricultores será próspero, además importan para el desarrollo de una sociedad puesto que genera oportunidades para que los individuos tengan la capacidad de adquirir y disfrutar de las libertades que plantea. El desarrollo como la difusión de las libertades, sobre todo fundamentales, de las personas es vital, ya que la relación entre emprendimiento y estrategia como disciplinas se da en el campo de las organizaciones y sus acciones, en la verdad que las acciones emprendedoras basadas en acciones estratégicas son las relaciones entre el emprendimiento y la estrategia propiamente dichas.
