Por: Melanio Zúñiga Hernández
Históricamente entre Colombia y Ecuador han existido antiguas vinculaciones de diversa índole, de las cuales muy bien se podría hallar su origen tan atrás en el tiempo de origen de los dos países, como en el esfuerzo conjunto por la emancipación política en tiempo de la colonia.
Más allá del origen común de los dos países a su condición de Estados soberanos e independientes, la condición de vecindad ha determinado incuestionables vínculos de carácter político, social, económico, cultural, etc.; acentuados cada vez más, frente al compromiso generalizado con la democracia y el desarrollo social y económico, como base para la construcción de sociedades más equitativas, compartiendo paralelamente intereses y posiciones que coadyuven a la consecución de dicha equidad social de modo permanente y duradero.
Estas relaciones han mantenido formal o informalmente, flujos comerciales cuyos niveles justifican sobradamente el constante esfuerzo de los dos países por lograr que el elevado nivel político de las relaciones bilaterales tenga una adecuada correspondencia en lo que al intercambio comercial se refiere; relaciones comerciales que están establecidas preferencialmente además del interés bilateral, por la zona de libre comercio formada por los países miembros de la Comunidad Andina de Naciones (CAN), que busca facilitar el comercio en esta región, creando una zona, que entró a funcionar plenamente en 1993.
Esta zona de libre comercio formada por los países miembros de la Comunidad Andina de Naciones (CAN), de lo cual dependen sus relaciones comerciales, tiene como propósito entre otros, facilitar el comercio en la región y los dos países; recibiendo un gran estímulo a partir de los acuerdos de liberalización comercial y establecimiento de la zona de libre comercio que existe desde el año 1992.
Adicionalmente opera la Comisión de Vecindad Colombo – Ecuatoriana, creada en 1989, y modificada luego mediante el Decreto 1499 del 4 de agosto de 1993 del gobierno nacional que le cambio el nombre, pasando a denominarse “Comisión de Vecindad e Integración Colombo – Ecuatoriana”, cuya finalidad consiste en impulsar la integración y desarrollo social y económico de las dos naciones.
Conviene señalar de otra parte, que, en el marco de la Comunidad Andina de Naciones, las relaciones comerciales entre Ecuador y Colombia han recibido un gran estímulo a partir de los acuerdos de liberalización comercial. Igualmente, el Grupo de la Comunidad Andina de Naciones tiene una institucionalidad que puede ser considerada una de las más avanzadas de los procesos de integración del continente, porque dispone de una legislación moderna y experiencia en el manejo de áreas tan disímiles como las económicas y comerciales o las relacionadas con la integración física, el turismo y la salud, entre otros.
Para el Ecuador Colombia representa su principal socio comercial después de los Estados Unidos de América. De manera general, se puede decir que las exportaciones de ese país hacia el nuestro han ido creciendo de forma gradual y sostenida, con ciertos picos que generalmente reflejan crisis específicas en el orden interno, subregional, regional o internacional; sin embargo, esa tendencia creciente se vio muy afectada en el año 2014 por las medidas proteccionistas adoptadas por el gobierno del Ecuador, entre ellas, medidas arancelarias, adoptadas bajo el sustento del déficit en la balanza comercial.
Mas recientemente durante el año 2020, dada la grave situación derivada de la pandemia del coronavirus – COVID – 19, que afecto a ambos países y obligo al cierre de sus fronteras, se registran disminuciones importantes nuevamente en el comercio, debido a que esta vez el gobierno colombiano expide resoluciones y decretos dentro de los cuales se contempló el cierre de fronteras, incluido el cierre de pasos terrestres y fluviales con las Repúblicas de Panamá, Ecuador, Perú, Brasil y Venezuela.
A pesar de lo anterior, durante el año 2021, según el último informe de la Cámara de Comercio de Pasto, que fundamenta su investigación y reportes en las estadísticas del DANE, las exportaciones hacia Ecuador muestran nuevamente un crecimiento significativo, a pesar de las restricciones derivadas del cierre de la frontera y las limitaciones al transporte terrestre de carga; pues si bien es cierto desde Colombia se ha manifestado la intención de reabrir totalmente la frontera, esta decisión no es compartida aun por el gobierno Ecuatoriano, quien mediante Resolución adoptada el 29 de julio de 2021 ratificó que las fronteras terrestres del país permanecerían cerradas.
Sin embargo, presionados por la necesidad de impulsar la reapertura de la frontera, teniendo en cuenta el impacto económico para los empresarios y el comercio, los dos países desde mediados de diciembre de 2021 reabrieron la frontera terrestre al paso de los conductores de carga, que tiene una cadena comercial y productiva de Colombia hacia Ecuador, compuesta principalmente por productos de agro alimentos con un 18.5%, metalmecánica y otras industrias 40.1%, químicos y ciencias de la vida, 33.1%, sistema moda 8% e industria 0.3%; a lo que se agrega un renglón de gran importancia como el turismo, que igualmente ha sido el gran afectado con el cierre de fronteras.
Entendida esta como una primera fase de apertura, consistente en permitir el paso del conductor ecuatoriano hasta territorio colombiano en un perímetro aproximado de 11 kilómetros frontera adentro, y lo mismo con el conductor colombiano en Ecuador, en la práctica tal decisión no ha cumplido con su objetivo debido a la ralentización del flujo legal de mercancías y carga entre los dos países, por fallas y demoras en los trasbordos y prolongados retrasos en la devolución de los camiones por los conductores ecuatorianos, tras ser descargados en su destino final; situación que viene generando costos adicionales y perjudicando económicamente a los pequeños y medianos exportadores de ambos países, que han visto disminuir significativamente sus ingresos y utilidades.