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Afirmaba en escrito de hace algún tiempo el doctor JESUS ALFONSO FLOREZ LOPEZ, que “El Plan de Desarrollo del actual gobierno está estructurado desde el genérico de «Pacto», el cual en sí mismo manifiesta la idea de hacer «acuerdos». Es decir, El Plan se autodefine como la realización de un «Acuerdo por Colombia», lo que supone un proceso previo de diálogo nacional (hoy mal llamada conversación nacional) que produce los lineamientos allí señalados.
Pero la realidad está demostrando, sin embargo, que no ha existido el tal diálogo nacional en torno a la implementación de El Plan de Desarrollo, pues el escenario inicial construido por el Gobierno a través de sus denominados “Talleres Construyendo País”, antes de la llegada de la pandemia, entendidos como el reciclaje de los Consejos Comunitarios del gobierno de Álvaro Uribe Vélez; no lograron propiciar un auténtico diálogo nacional.
El Plan Nacional de Desarrollo (PND) del gobierno Duque Márquez, a escasos 20 meses de su terminación no refleja que tenga como propósito central la consolidación del Acuerdo de Paz, de manera especial en la región del pacifico; pues aunque en teoría El Plan está organizado en tres supuestos pactos estructurales como son: Legalidad, Emprendimiento y Equidad, que a su vez se espera desarrollar en catorce (14) pactos transversales o temáticos, y de ocho pactos territoriales; uno de los cuales está previsto para el Pacífico, definido como “Pacto Región Pacífico: Diversidad para la equidad, la convivencia pacífica y el desarrollo sostenible”, que además contiene cuatro objetivos relacionados con las necesidades e intereses de la economía central; están referidos por literalmente a: 1) mejorarla infraestructura de transporte intermodal, portuaria y logística de la región; 2) potencializar el desarrollo productivo según las vocaciones propias de la región; 3) generar mayor cobertura y calidad en la provisión de servicios públicos; y, 4) mejorar la gestión
ambiental de la región fortaleciendo el ordenamiento territorial.
Se ha previsto asi mismo en los objetivos de este “Pacto Regional”, someterse a la agenda internacional acordada para la región en la Alianza Pacífico, que pretende convertirse entre otras cosas, en una plataforma de articulación política, económica, comercial y de proyección al mundo, con especial énfasis en el Asia Pacífico. Sin embargo, el mismo se formula como siempre a espalda de las comunidades, ya que no consulta ni se aviene a los intereses, necesidades y aspiraciones de las personas que habita en los territorios del Pacífico colombiano; pueblos que se entienden con asentamiento milenario en el caso de los indígenas y más de 500 años para los negros, considerando el acta de posesión del Mar del sur, redactada por Andrés de Valderrábanos, como describe en su libro “DE PANAMA
AL PERU – Descubrimiento de la Costa Pacífica Colombiana 1513 – 1660”, el profesor e investigador de Guapi (Cauca), Doctor PEDRO HERNANDO GONZALEZ SEVILLANO.
El concepto de región visto desde la ciudad de Bogotá por El Departamento Nacional de Planeación y el gobierno Central, se hace a partir de la integración de cuatro departamentos: Cauca, Chocó, Nariño y Valle del Cauca, Cauca y Nariño y tres ciudades (Cali, Popayan y
Pasto), desconociendo lo que para los pueblos indígenas y afrocolombianos autodefinen EL Pacífico como una zona del Litoral que coincide con la formación biótica y cultural denominada Chocó Biogeográfico, que recoge el bosque húmedo tropical unido al área costera o marítima; dependiente lamentablemente de las administraciones centrales de la zona Andina, a excepción de Chocó, con una despensa futura para el extractivismo y conservación mediante el pago por servicios ambientales e incentivos a la preservación de los recursos naturales, con énfasis en reducción y captura de gases de efecto invernadero.
El verdadero “Pacto por Colombia y El Pacífico” implica poner en contexto al país sobre una realidad que si bien conoce, la ignora, y por tanto, continua hablando desde hace más de cincuenta (50) años de “Desarrollo”, a partir de epítetos adjetivados como “Desarrollo
Humano, Sostenible, Sustentable” entre otros, como factor para generar crecimiento; desconociendo la cosmovisión y múltiples formas de concebir el mundo, el universo y la relación de estas comunidades y pueblos, construidas y ancladas en los conocimientos y sentimientos ancestrales, que les ha permito sobrevivir y conserva sin daños el territorio en el ámbito cultural y ambiental.
Finalmente considero que es fundamental acentuar cualquier propuestas de desarrollo en la región del pacifico a partir de los planes de etnodesarrollo que vienen formulando las comunidades negras a través de los consejos comunitarios y organizaciones de base, las comunidades mestizas y pueblos indígenas; en armonía con las administraciones locales y pastoral social.