DIEGO OTERO PRADA

Por: Diego Otero Prada*

Bogotá, 24 de junio de 2023

Un marco fiscal con muchos supuestos

El Marco Fiscal de Mediano Plazo parte de un contexto internacional, donde se hacen supuestos sobre la posible evolución de la economía internacional  y del mercado petrolero, que sirven de insumos para efectuar proyecciones de la economía colombiana.

En el Marco Fiscal se proyecta la economía colombiana de 2023 a 2034, es decir once años, lo cual yo, como econometrista, lo considero una apuesta muy arriesgada en un mundo tan volátil como es el de 2023 y años siguientes. Si hacer proyecciones de un año ya es un problema, lo es casi una adivinanza cuando vamos de más de tres a cuatro años.

Por otra parte, cuando se hacen proyecciones de alguna variable, se trabaja con alternativas a los supuestos, para establecer una banda de posibles valores, banda que establece mínimos y máximos. Esto no aparece en el Marco Fiscal, lo cual es un error supremamente grave, que no da ninguna confiablidad a las proyecciones que se presentan allí. Y en la situación colombiana esto es muy pertinente en todo los que tiene que ver con petróleo, carbón, oro, plata y platino.

Supuestos sobre el petróleo

En el cuadro 3.1 del documento Marco Fiscal se presentan las principales variables macroeconómicas y fiscales para el período 2023 a 2034. Curiosamente, para 2026 en adelante las tasas de crecimiento del PIB para Colombia y socios comerciales y las tasas de interés externas se mantienen constantes, lo cual es un error. Por eso afirmo que colocar proyecciones después de 2026 no tiene sentido econométrico y es una falla gravísima del documento.

Las proyecciones de la producción de petróleo de Colombia no están explicadas, no se sabe de donde salieron esos datos.

Si se hace la suma de las estimaciones de producción de 2023 a 2030 da una cifra de 6704 millones de barriles que no tienen ninguna relación con los datos hoy conocidos. Hay una sobreestimación muy alta que no tiene realidad con las reservas de finales de 2022 de 2074 millones de barrilles, ni las posibilidades de nuevas producciones con los contratos existentes y de lo que con tanto juega el gobierno de los recobros o recuperación secundaria (cuadro 1).

Los nuevos contratos firmados en 2022 solamente entrarán a producir entre 7 y 14 años, es decir, entre  2030 y 2037. O sea, no  se pueden considerar para las perspectivas de producción hasta 2030. Solamente cuentan los antiguos contratos en operación, que he calculado en 1880 millones de barriles. Y preveo unos 1200 millones de recuperación secundaria, para un  total de 5070 millones de barriles de reservas totales, pero hay que tener en cuenta que la producción de los campos actuales es decreciente.

Sorprende, como de una producción de 754 millones de barriles en 2022 se salta  a un máximo de 825 millones de barriles en 2026, para un total de 3175 millones de barriles de 2023 a 2026, o sea, implica que deben aparecer por lo menos 2000 millones de barriles de reservas en estos cuatro años, suponiendo una tasa de declinación de 10% de los campos actuales en producción, lo que nunca ha ocurrido en el período 2007 a 2022. 

El promedio de reservas descubiertas de 2008 a 2022 fue de 362 millones de barriles y de 2019 a 2022 de 318 millones de barriles, en comparación con 500 millones en promedio que deberían aparecer de 2022 a 2026 según el Marco Fiscal.

Están son proyecciones ficticias, sobreestimadas, para dar a entender que no se necesita nueva exploración petrolera, lo cual me parece de una deshonestidad intelectual sin nombre.

Si estas cifras de producción son equivocadas, se caen todos los resultados que presenta el Marco Fiscal en cuanto a crecimiento económico, ingresos fiscales, balance comercial, balance fiscal, en fin todas las variables.

Cuadro 1 Proyecciones de producción de petróleo y crecimientos del PIB en Colombia y socios comerciales

Fuente: Marco Fiscal de Mediano PLAZO

Conclusiones

Hay mucha duda sobre los supuestos del Marco Fiscal de Mediano Plazo, especialmente en los supuestos para el sector petrolero.

Habría que solicitarle al gobierno que explique de donde salen las cifras de futuras producciones de petróleo, que no son consistentes con lo que se conoce de cifras de reservas, posibilidades de encontrar petróleo con los contratos existentes y supuestos sobre recuperación secundaria.

Por otra parte, las proyecciones de 2027 a 2034 no tienen ningún sentido, no tiene razón que las variables de tasas de interés externas, crecimiento de socios comerciales y crecimiento del PIB se mantengan constantes.

Es un documento con tantos supuestos que para analizarlos se requiere una discusión más amplia. Repito, no se trabaja con bandas, que es lo correcto cuando hay tantas alternativas en los supuestos, lo que deja muchas dudas de la confiabilidad del documento.

*Diego Otero Prada. Presidente de la Asociación Colombiana de Economía Crítica-ACECRI y miembro de Número de la Academia de Ciencias Económicas-ACCE

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